17 marzo 2006

¿Que hay detrás de un preservativo?

La tan entusiasta promoción de preservativos por parte de algunos implica la promoción de una visión concreta de la sexualidad y de unas normas de comportamiento sexual. Esto hace necesaria una reflexión sobre la filosofía del preservativo. No te sorprendas, porque un preservativo, como casi todo en esta vida, tiene su filosofía, lo que explica su ser más profundo.

El preservativo es producto
de una ideología sobre la sexualidad
que separa totalmente la actividad sexual del amor.

El preservativo es algo realmente antiguo. Nunca tuvo gran éxito, debido no sólo a su incomodidad, sino sobre todo a sus bajos niveles de eficacia.

Se atribuye su invención a un tal Dr. Condom, quien habría estado alarmado por lo numerosa descendencia ilegítima de Carlos II de Inglaterra. La descripción más antigua del preservativo fue hecha por el anatomista Gabriel Fallopius en 1564. Los primeros preservativos se hacía con intestinos de animales. Cuando Carlos Goodyear descubrió el proceso de vulcanización de la goma en 1839 los preservativos comenzaron a usarse con algo más de éxito como anticonceptivo.

Con la aparición de los anticonceptivos hormonales hacia los 60 del siglo XX, quizás muchos hayan pensado que el preservativo se convertiría en una pieza de museo, ya que la anticoncepción moderna busca sobre todo la seguridad de hacer imposible el embarazo… (que por otro lado es cosa que no pueden conseguir… ni con la ligadura de trompas…).

Ni los más entusiastas promotores de la revolución sexual pudieron haber sospechado que en pocos años el preservativo se convertiría en una bedet. Esto porque la revolución sexual desató una epidemia de enfermedades de transmisión sexual sin precedentes en la historia. Actualmente en USA uno de cada cinco adultos tiene una ETS incurable. Han reaparecido enfermedades ya casi derrotadas (como la sífilis, que anda con unos niveles de infectados similares a los que había antes de la invención de la penicilina) y aparecido muchas nuevas: el número de ETS ¡se ha multiplicado por diez! La epidemia se hizo pública y notoria en la década de los 80 con la aparición del SIDA.

Ante tales consecuencias de la revolución sexual -junto con el boom de embarazos de adolescentes y extra-matrimoniales, aborto, infertilidad, violencia sexual, incestos, violaciones, abuso de menores, pornografía, disminución de matrimonios, crecimiento de divorcio, homosexualidad, prostitución, etc.-, sus mentores se lanzaron a la búsqueda de una solución que permitiera seguir difundiendo su ideología sexual con menores riesgos para la salud física. Entonces, redescubrieron el preservativo como nuevo mesías. Este "aliado" es a la vez, un difusor de la ideología misma.

En los últimos años se ha trabajado duramente para darle al preservativo una "honorabilidad" que nunca había tenido, considerándolo salvador de la humanidad frente a la epidemia de ETS. Y se lo quiere convertir de la noche a la mañana en la estrella de las campañas de prevención de las mismas.

El preservativo siempre tuvo una connotación extra-matrimonial, y desde la aparición del SIDA, se lo ha unido conceptualmente más que nunca a la promiscuidad y a las ETS. Aunque se le quiera dar una buena imagen, no la tienen.

El preservativo está relacionado con un tipo de sexo desligado de amor. Normalmente la gente ve sexo y amor como dos realidades que deberían ser inseparables. Pero si vos pensás en términos de preservativos, el amor está fuera de toda consideración, porque preservativos implican un sexo en el que hay que "cuidarse" sin amor. Y esto casi por definición.

Veamos:

  • Preservativos presuponen promiscuidad. Por definición, si estamos tratando de evitar contagiarnos de ETS es porque uno de los dos, o los dos, somos promiscuos. Al mismo tiempo, presuponen una relación no permanente. Cuando escuchas hablar de preservativos, automáticamente lo relacionas con sexo ocasional. Por eso, se lo publicita como algo que tenés que tener a mano… por su se presenta la ocasión de usarlo…
  • Promover preservativos implica promover un tipo de mentalidad muy peligrosa para la sociedad y los individuos. La consciencia de que la única preocupación a la hora del sexo, es no contraer ETS ni procrear. Reducir el sexo a una actividad lúdica: un juego de placer. Las consecuencias de esta mentalidad están a la vista.
  • Preservativos por definición presuponen infidelidad, tener relaciones sexuales con un desconocido/a. Los preservativos no parecen promover el amor, sino más bien su contrario, la infidelidad.
  • Presuponen una degradación de la sexualidad. Por el sexo "preservado" es sexo sin compromiso, sexo sin amor, sexo por mero placer. Se impulsa un tipo de educación sexual reducida a mera técnica de higiene sexual… cuyos resultados han sido paradójicamente un incremento de las ETS…
  • Preservativos presuponen falta de confianza. Es más, la promueven. Una de los últimos avisos promocionando preservativos, advertían sobre la necesidad de no confiar: el mensaje era que la confianza no te libraría del SIDA, y el preservativo sí. Si yo uso un preservativo o exijo su uso, básicamente es porque supongo que la otra persona tiene frecuentes encuentros sexuales con otras parejas ocasionales. Entonces trato de evitar adquirir, a través de él/ella, las enfermedades de transmisión sexual (ETS) que sus otras parejas puedan tener.
  • Preservativos presuponen una sexualidad egoísta, ya que es una sexualidad que no une, sino que garantiza que los que se unen permanezcan "separados"..
  • Preservativos presuponen decir la otra persona: "vos sos peligroso para mí". "Dejame usar tu cuerpo pero no me pidas que confíe en vos o te ame". Me preservan, me protegen, pero ¿de quien? Me protegen de la persona a la que teóricamente debería querer. Presuponen que tengo que defenderme de mi pareja (de su fecundidad y enfermedades).
  • Preservativos son una nueva versión de amor. En vez de decir "te amo para siempre, hasta que la muerte nos separe", dicen "te amo siempre y cuando haya un pedazo de goma separándonos".

La promoción del preservativo tiene una filosofía mentirosa y frívola
Campañas con mentiras, verdades a medias y verdades ocultadas

  • ¿Por qué mienten asegurando a la gente una seguridad que no existe? ¿Cómo puede ser que el preservativo te proteja contra en SIDA cuando no es eficaz ni como anticonceptivo (tiene "failure rate" (porcentaje de falla) del 10-15%). Pero el virus del SIDA es 450 veces más chico que un espermatozoide… ¿No es irresponsable una campaña que no dice toda la verdad en una materia tan importante? Si en los paquetes de cigarrillos es obligación alertar al fumador que fumar es perjudicial para la salud… ¿porqué no se advierte lo perjudicial que es la promiscuidad? ¿Porqué no se advierte que incluso usando preservativo una persona se puede contagiar? ¿Por qué ese miedo a que la gente sepa que el preservativo no es la solución definitiva?
  • ¿Por qué ocultan que los preservativos no ofrecen una protección absoluta contra el SIDA? Es verdad que disminuyen el riesgo de contagio cuando tenés relaciones sexuales con una persona que tiene SIDA… porque si no tienen relaciones sexuales o las tienen con alguien que no tenga SIDA… el riesgo es cero. Entonces, ¿no sería más saludable y lógico recomendar a los jóvenes no tener relaciones sexuales, al menos no tenerlas con una persona que tenga SIDA? Porque en ese caso no hay riesgo de contagio en absoluto. Parece claro que para contagiarse el SIDA tenés que buscarlo… ya que sólo no puede venir. No te olvides que reducir el riesgo de contagio no es lo mismo que evitarlo completamente.
  • Si vos promovés el uso de preservativos, estás promoviendo la promiscuidad. La más elemental estadística muestra que si vos multiplicás los eventos, la probabilidad de obtener un resultado se termina convirtiendo en certeza. Un ejemplo ayudará a entender esto mejor. Si tirás un dado, la probabilidad de que salga el 2 es una en seis. Pero si vos tirás el dado veinte veces, la probabilidad de conseguir un 2 es muy alta; y si lo tirás 60, es casi cierta. Esto muestra que promover el uso de preservativos para detener el avance del SIDA implica, a largo plazo, difundirlo más porque estás fomentando precisamente el medio de contagio. Esta lógica no parece tan difícil de entender.
  • Una dura paradoja: algunos no contraerán SIDA gracias al uso de preservativos. Otros lo contraerán precisamente porque la seguridad falsamente atribuida a los preservativos los movió a tener sexo.
  • Cuando se habla de niveles de protección del preservativo, se habla de personas que lo usan siempre (y esto es subrayado ya que son pocos los que, infieles a sus parejas, son tan fieles al preservativo) y de modo apropiado (Centers for Disease Control and Prevention (CDC) organismo federal de los Estados Unidos tiene una lista larguísima de instrucciones de cómo usar el preservativo para que funcione). Esto hace que los valores de eficacia atribuido a los preservativos en ensayos, estudios, etc. estén lejos de ser válidos para el hombre de la calle. De hecho, los estudios sobre la eficacia de los preservativos presentan sus valores más altos entre prostitutas, que precisamente resultan ser las expertas en el tema, como no podía ser de otra manera. Parece ser que para alcanzar esos niveles de eficiencia -que nunca son totales- habrá que adquirir la práctica y experiencia de este tipo de señoritas… que son las mejores usuarias. Pero… ¿será bueno alcanzar tal maestría y habilidad en el oficio?
  • ¿Por que no dicen que, a veces, el preservativo no sirve para nada? Cuando se presenta el preservativo como el gran salvador de la humanidad, el nuevo Mesías que te protegerá contra las ETS, el problema no es sólo de porcentajes de eficacia, ya que esto varía según el tipo de ETS. Y hay algunas ETS incurables para las cuales el preservativo ofrece una protección prácticamente nula. Es el caso del herpes, HPV, y algunas otras. Esto nunca se dice… curioso ¿no?

Algunas dudas y bastante hipocresía

  • ¿A que se debe tanta promoción de preservativos y ninguna promoción del único medio seguro de evitar todas las ETS, la abstinencia sexual? ¿Tendrá que ver con que es gratis…? ¿Porqué ese miedo a hablar de castidad… como si fuese una mala palabra? ¿Les da vergüenza o habrá motivos ideológicos detrás?
  • ¿Porqué tanta insistencia en el uso de preservativos y no se promueve que la gente se haga el análisis para saber si es positivo o no? ¿Porqué ese tabú a decirle a los que tengan el virus: "por favor no sigas contagiando gente" y sólo recomendarle usar preservativos? El problema está en el miedo a la verdad. ¿Es realmente mejor "cubrirse" relativamente del riesgo a contagiar o ser contagiado que saber si lo tengo o si lo tiene (al virus claro)?
  • Podrá parecer discriminatorio, pero quizá podría promocionarse algo así como: "si querés evitar el SIDA no te acuestes con alguien que lo tenga". No creo que sea algo discriminatorio no querer acostarse con un portador de HIV.
  • ¿Quien paga todas las campañas de promoción de preservativos? ¿Puede ser que haya plata para esto y no para medicinas? ¿No será porque el preservativo también se contraceptivo? ¿No será que las campañas de promoción de preservativos son también campañas de contracepción disfrazadas?
  • "Si sabés que tenés que usarlo, ¿qué estás esperando?". Qué mensaje más tierno… ¿Se los estarán diciendo también a los violadores? "Si lo vas a hacer, sé civilizado… hacelo con un preservativo y ella no tendrá nada que objetar…"
  • Los amantes del preservativo dan como argumento definitivo el realismo. La gente, dicen, no puede evitar tener contactos sexuales promiscuos. Entonces, al menos, hay que promover que lo hagan de la manera menos peligrosa.Pero la premisa no es tan verdadera. ¿Quién aceptaría tener sexo con la persona más atractiva del universo sabiendo que tiene SIDA? Nadie. Entonces, ¿no habrá que cambia de táctica? y ante dos personas que estén por tener relaciones, en vez de animarlas a que vayan corriendo a comprar y usen preservativos, ¿no será mejor y más saludable animarlas a que antes de acostarse juntos se hagan un análisis para saber si están libres de ETS, y así puedan compartir la cama más tranquilos?

Promover el uso de preservativos implica:

  • Promover un eso irresponsable de la sexualidad. Al pretender quitar toda consecuencia del ejercicio de la sexualidad, se irresponsabiliza el sexo mismo. El sexo "presevatico" desconoce las muy dolorosas consecuencias afectivas, psicológicas, emocionales, relacionales, etc. de la promiscuidad.
  • Promover la promiscuidad. Animar a la gente a que tenga relaciones sexuales indiscriminadamente. Siendo el preservativo un producto que se vende, cuando se lo promociona se anima a la gente a que incremente su actividad sexual (única manera de necesitarlo). Vender preservativos es un negocio que depende de los niveles de promiscuidad: cuanta más promiscuidad, más negocio para fabricantes, comerciantes, etc. Pero, al mismo tiempo cuanta más promiscuidad, mayor la difusión de HIV.
  • Invitar gente infectada a tener relaciones sexuales y por tanto aumentar el riesgo de contagio. Se da una falsa seguridad. Es como si dijesen: "si tenés SIDA no te hagas problema, no por eso te prives del sexo. Si usás un preservativo, sos muy responsable, ya que no podés contagiar a tu pareja". Se promueve la irresponsabilidad de los infectados de una manera muy peligrosa.
  • Pensar que el sexo es una actividad lúdica. Reducir sexo a sólo placer, separado de amor y cualquier otro tipo de responsabilidades. Sexo es sólo un juego divertido; la única responsabilidad concerniente al tema es prevenir enfermedades. Promoviendo preservativos te están diciendo "andáte a la cama con cualquiera te encuentres en la calle siempre y cuando seas ´responsable´ usando un preservativo".
  • Sugerir que la fidelidad y la abstinencia son imposibles y que la infidelidad es una cosa buena, o al menos indiferente. Lo único malo es la posibilidad de un embarazo o de una infección (en realidad para los promotores de preservativos, el embarazo es la peor de las enfermedades).
  • Despreciarte, implícitamente te están diciendo que sos un animal, que no sos capaz de controlarte a vos mismo. Como el resto de los animales estás determinado por tu instinto sexual y sólo te queda seguirlo. Tu sola libertad está en usar un preservativo.
  • Promover la desconfianza en las relaciones amorosas. Te están diciendo "no confíes en tu pareja", él/ella puede estar infectado y estar engañándote. Usalo/la para extraer placer de él/ella, pero tené cuidado de que no te contagie
  • Promover tu egoísmo. Te están diciendo: "no te preocupe si él/ella está enfermo, sólo pensá en pasarlo bien vos, usalo/a. Si está enfermo/a, ese no es tu problema, tu única preocupación es el placer".

El problema de fondo

No se trata de demonizar los preservativos. Para muchos el tema de su uso está fuera de discusión por motivos de otro tipo de salud, de salud eterna: no los recomiendan ni los usan porque su peor efecto secundario que es mandar al infierno, ya que se trata de un pecado mortal. Pero, la verdad es que siendo que normalmente presuponen sexo premarital o infiel u homosexual, desde el punto de vista del pecado, la verdad es que no añaden demasiada malicia… Aquí es no donde reside el problema.

Aquí no estamos hablando de la salvación eterna, sino de una campaña de salud pública financiada con nuestro dinero (el que los contribuyentes hemos aportado) y de promoción de pautas de comportamiento.

Yo no me opongo a que los que quieran, en uso de su libertad, usen preservativos. Allá ellos, cada uno es dueño de sus actos, y esclavo de sus decisiones (ya que no somos libres para establecer las consecuencias de nuestros actos).

Lo que no parece lógico es que el Estado se convierta en el paladín de los preservativos y base una campaña de salud pública de prevención de ETS en algo que no las previene. Y que se niegue a decir la verdad: el único medio seguro de prevención es la fidelidad dentro de la monogamia. Y que se mienta, atribuyéndoles a los preservativos un poder que no tienen.

De manera que no confíes tanto en los preservativos.
Y… por favor, no dejes que te traten como si fueras idiota

Por Pablo Writes