04 diciembre 2005

¿Sexo…? ¿Y por qué no…? (I)

Usar la cabeza y ser objetivo para analizar el tema

Hay quienes piensan que los varones no pueden vivir sin sexo y que las chicas deberían complacerlos desde antes del matrimonio. Para analizar la conveniencia o no de esto, la primera condición es usar la razón… porque si "pensás" con los sentimientos el resultado puede no ser todo lo racional que querrías. Lo que pensamos es una cosa y lo que sentimos es otra distinta. En este tema es muy importante distinguir estas dos áreas -razón y sentimientos- porque el sexo se mueve por pasión y produce un placer muy intenso; y estas dos cosas oscurecen al inteligencia.
Es fácil engañarse a uno mismo y a los demás, precisamente por el placer que la sexualidad lleva consigo, haciendo pensar que lo que en general es teóricamente malo, puede llegar a ser incluso bueno en tu caso particular. Y podrías encontrar argumentos que intentan justificarlo. La mejor manera de evitar engaños es mirar al tema objetivamente, es decir desde fuera de uno. Es evidente que a nadie le gustaría que su hermana o hija se acueste con cualquiera; incluso se sentiría peor pensando en la propia madre obrando de esta manera, es decir teniendo experiencias sexuales fuera del matrimonio. Entonces, sé sincero con vos mismo: ¿por qué desear para tu novia -a quien imagino que querés- lo que no querés en absoluto para las otras personas amadas? ¿No es extraña esta incoherencia? No, no lo es en absoluto. Sucede que analizando el caso de otras personas tenés la objetividad de la que carecés en el tuyo. Frecuentemente en mis charlas con chicos, les pregunto: "¿Te casarías con una chica que haya pasado por varias "camas"? La respuesta es siempre la misma: "No". Está claro que nadie quiere una esposa de segunda mano. Entonces, respondo: "si vos exigís lo que no estás dispuesto a dar, sos un …"
Para entender cómo y cuándo debe funcionar la sexualidad, es necesario entender qué es. Y hay que comenzar por la comprensión del ser humano… Esto no es un tratado de antropología. Simplemente se elencan un serie de motivos de sentido común acerca del sexo. Tomados separadamente, algunos quizá puedan ser discutibles. Un sólo motivo aislado posiblemente no te convenza. Bastaría que entiendas y aceptes uno entre todos, para que compartas la conclusión. De todos modos, la fuerza está en el conjunto: es definitivo.

Sexo, amor y matrimonio

Es sexo es un realidad grandiosa. Tanto que toca lo divino, en cuanto que Dios participa de él con su poder creador. Este escrito quiere prevenirte de los riesgos de su vanalización. Para eso analiza las consecuencias negativas del sexo sin amor verdadero. Algunas personas confunden la lujuria con el amor… Ante tan triste confusión, es importante que defiendas tu sexualidad -un tesoro imponente- para que seas capaz de un amor realmente grande.
La primera pregunta que hay que hacerse es si el sexo tiene algo que ver con el amor o si es algo así como un juego -por ejemplo jugar a las cartas-. A nadie se le ocurriría exigir amor para poder jugar un partido de tenis. Si el sexo tiene algo que ver con el amor, entonces tendrá unas condiciones.
En la misma línea hay que preguntarse si el sexo es algo que está esencialmente relacionado con el matrimonio o no. Marido y mujer cenan juntos, pero a nadie se le ocurriría decir que el comer juntos es una actividad reservada exclusivamente al matrimonio.
Si no ves clara la diferencia entre tener relaciones sexuales dentro o fuera del matrimonio, tu problema es que todavía no has entendido qué es el matrimonio. Posiblemente pensás que se trata de un papel, un trámite legal, sin mayores consecuencias en la realidad.
Hay gente que piensa que después de casarse está mal tener sexo fuera del matrimonio (es decir ser infiel), pero que el sexo pre-matrimonial es diferente. No sé si te das cuenta de la incoherencia: fuera del matrimonio significa con alguien con quien uno no está casado, y tan fuera es antes con cualquiera (incluye el propio novio) que después con quien no es el marido.
Para entender el tema habrá que darse cuenta que el matrimonio establece una unidad única entre un hombre y una mujer: en el decir de la Sagrada Escritura los hace "una carne", es decir, que de alguna manera ya no son dos, sino uno solo. Algo cambia en las personas. Se han entregado la vida y se pertenecen mutuamente.
Una comparación. Un seminarista puede estar muy comprometido con su vocación sacerdotal, pero antes de ordenarse no es sacerdote. Puede tener muchos deseos de ser cura, pero si pretendiera celebrar Misa antes de la ordenación, haría un sacrilegio y por supuesto no consagraría el pan y el vino. Es que en la ordenación realiza un cambio en su persona: no es el mismo antes que después. Algo semejante ocurre con el matrimonio.
La relación con el amor y el matrimonio da al sexo un carácter muy particular.

¿Porqué decir "NO"?

Algunas razones para decir "no" al sexo extra-matrimonial (evidentemente pre-matrimonial incluido). Algunas veces habrá que decir que no a otra persona, otras a tus propios sentimientos o deseos. Fijate bien que cada "NO" está sustentado en un "SI" muy grande e importante.

1) “No, porque te quiero de verdad”
¿Se puede sostener que el sexo fuera del matrimonio sea una expresión de amor? Veamos. Vos por supuesto que querés a tu madre. ¿Te gustaría que ella tuviera sexo extra-matrimonial? Vos querés a tu hermana, ¿te gustaría que cualquiera se la lleve a la cama? Vos querrás a tus hijas, ¿querrás en el futuro que se acuesten con cada novio que tengan? Entonces, si no querés sexo fuera del matrimonio para las mujeres que más querés, ¿porqué quererlo para tu novia, de quien teóricamente estás enamorado? ¿Podría ser que el hecho de ser vos quien tiene sexo cambie tu apreciación del tema, haciendo una excepción única? Es decir que a tu novia le estaría permitido tener sexo extra-matrimonial sólo con vos; y a vos con cualquiera que sea tu novia en cada momento. Dejame que te diga que todo parece indicar que no es bueno para vos lo que no es bueno para otros; y que deberías querer para tu novia lo que querés para las mujeres que son más queridas por vos. La respuesta correcta sería que «precisamente porque te quiero, quiero lo mejor para nosotros: que guardemos las relaciones sexuales para nuestro matrimonio».

2) “No, porque quiero que nuestro amor dure para siempre: no quiero arriesgar nuestro futuro”
Las estadísticas dicen que las parejas que no han vivido la pureza antes de casarse tienen un 50% más de probabilidades de fracasar en el matrimonio que el resto. No juegues con tu futura felicidad.
Esto no es cuestión de estadísticas, un buen noviazgo es condición de un buen matrimonio. Y un buen noviazgo exige pureza: porque es un tiempo para conocerse mutuamente, para descubrir si la otra persona es la correcta para compartir el resto de mi vida y ser el padre/madre de mis hijos. La pureza es la condición de éxito de este único objetivo del noviazgo. ¿Porqué? Por tres razones:

a) Si el sexo está presente en la relación… no hay manera de saber qué los mantiene juntos… Dicen los expertos que la mera mutua satisfacción sexual es capaz de mantener juntas a dos personas hasta entre 2 y 5 años… Es decir que si no hay otra cosa que los una… la pareja «funciona»… por un tiempo… Por eso hay gente que se casa y después se da cuenta… que no eran el uno para el otro… Antes no se habían dado cuenta porque estaban demasiado ocupados gozando el cuerpo del otro… y lo demás era irrelevante.

b) Necesitamos objetividad para conocer a la otra persona. Cuando la natural atracción sexual se convierte en el centro de la relación, perdés objetividad. Mirá, lo importante no es como la otra persona besa… Si la pureza no gobierna la relación y lo primero a lo que le prestás atención es su sexualidad, esto oscurece tu mirada, y prestás menos atención a lo que realmente importa. Un amigo solía decir: "si tus ojos se detienen en sus pechos… nunca alcanzarás su corazón". Cuando entro en una habitación buscando un cuaderno, puedo ver las otras cosas que hay en el cuarto, pero no les presto atención… porque estoy buscando el cuaderno. El sexo absorbe la atención… por culpa del sexo, muchos se casaron con la persona errada, porque no se conocieron a fondo, y así, como te podés imaginar, el matrimonio no puede acabar bien…

c) Las relaciones sexuales reducen tu libertad. Porque, después de tener sexo, costará mucho más cortar, si te das cuenta que los caracteres, ideas, etc. no son muy compatibles. Un pesada carga pesará sobre vos… y podés terminar frente a un altar uniendo tu vida a quien no deberías…. ¿No es realmente peligroso jugar con el sexo?

3) “No, porque quiero guardar el mejor regalo de casamiento para vos”
¿Qué tesoro vas a entregar la noche de bodas si ya lo has perdido antes? ¿Tiene sentido dar los regalos de Navidad en Agosto? Los sueños por el matrimonio van muriendo… porque tu anticipación de la mutua entrega le quita sentido a esa entrega, la empobrece. Tomarse este tipo de «anticipos» no ayudará la vida matrimonial…

4) “No, porque no quiero engañarte”
Los seres humanos somos criaturas espirituales y nuestra espiritualidad abarca todo nuestro ser. Por tanto, la unión sexual es humana sólo en la medida que sea la unión de toda la persona. Más aún, si es expresión de la unión más profunda de las almas. Entregar el cuerpo, sin haber entregado el alma, es una estafa. En el matrimonio, cuando dos personas se entregan mutuamente una a la otra, para siempre, unen sus vidas en una vida. Entonces esta unión se expresa también corporalmente: la unión sexual hace la unión espiritual completa y perfecta. Antes del matrimonio se puede entregar sólo el cuerpo… que no puede expresar una unión que no existe. Es un símbolo vacío… expresión de algo que no existe, por tanto una gran mentira. Podés explicarlo sencillamente: “No quiero herirte, El día que te de mi cuerpo es porque antes te habré dado mi vida entera. Hoy, no es posible darte lo que yo querría: mi ser entero, cuerpo y alma, presente y futuro. Si te diera mi cuerpo, te estaría engañando, porque no te estaría dando lo mejor de mí: mi ser completo”.

5) “No, porque no quiero sentirme avergonzada de vos”
Nadie te garantiza que te vas a casar con él/ella. Supongamos que te acostás con tu novio/a. Este noviazgo puede terminar en un matrimonio o no. Si no te casás con él/ella, ¿vas a sentirte orgulloso o avergonzado de esas relaciones? ¿Me podés decir con qué cara la/lo vas a mirar cuando se encuentren en la calle o en una reunión social, etc., más aún si te lo/la encontrás con tu marido y tus hijos? ¿Qué sentimientos tendrás para con esa persona?

6) “No, porque quiero estar orgullosa de vos”
Si se casan, ¿me podés explicar con qué cara le vas a enseñar a tus hijas a vivir la pureza? ¿Le vas a aconsejar a tus hijas que imiten tu comportamiento? ¿Vas a ser tan hipócrita como para dar un consejo que vos no quisiste seguir? ¿Les vas a mentir sobre tu noviazgo? ¿Querrás que los amigos de tus hijas las traten como vos has tratado a tu mujer? Por amor, por supuesto.

7) “No, porque no quiero arrepentirme después”
Solamente pensar que uno puede arrepentirse penosamente de lo que debería ser un gran acto de amor, muestra que algo no funciona.
¡Una prueba! ¿Cuántas personas se arrepienten de haber tenido relaciones sexuales antes de casarse? ¿Cuantas se lamentan de no haberlas tenido? ¿Cuántos que no son vírgenes quisieran serlo? ¿Cuántos que lo son querrían no serlo? Sacá tus propias conclusiones. La virginidad es un regalo supremo que se entrega como expresión de pertenencia exclusiva y definitiva o es algo que se pierde una noche triste… quizá bajo el efecto de alguna copa de más. Y sólo es una vez en la vida… no hay segunda oportunidad…

8) “No, porque quiero demostrarte que me cuido para vos”
La pureza en el noviazgo es garantía de fidelidad. Si él no te respeta a vos, que vas a ser su esposa y la madre de sus hijos, ¿me podés explicar cómo va a respetar a las que no ama? Si no es capaz de resistir la tentación por amor a vos… ¿cómo la resistir en otras ocasiones? Si no sabe decirte que no a vos… ¿se lo dirá a otros? Este es el mejor test de fidelidad.

9) "No, porque quiero saber cuánto me querés"
¿Cómo saber si realmente me quiere? Las palabras no alcanzan… La manera de verificarlo es a través del tiempo y del sacrificio. En cuanto a lo segundo, verificando si es capaz de «aguantarse» por amor. No se ha descubierto otra prueba más confiable de amor.

10) “No, porque quiero poder confiar en vos”
Porque el sexo sin un compromiso de por vida no une, separa. El sentimiento amargo y triste después de haber tenido relaciones sexuales antes del matrimonio es un signo claro y universal de esto. Esto pasa sólo al principio. A veces, un novio dice a su novia: "no te preocupes, te vas a acostumbrar". Es una triste verdad, con algo de "práctica" ella no se va a sentir más avergonzada, va a dejar de pensar que está mal. Pero solamente porque se habrá corrompido. De la misma manera, la primera vez que un asesino mata a alguien se siente realmente mal, pero cuando adquiere un poco de "práctica" se acostumbra y deja de sentir que está mal. Por esta razón es mejor no acostumbrarse… Amor une, egoísmo separa. ¿Donde está la diferencia entre amor y egoísmo? Amor es dar, buscar el bien del otro; egoísmo es usar a la otra persona para conseguir algo, buscando por mi propio bien. Si tenés en cuenta que la actividad sexual produce un placer muy intenso, te darás cuenta de que fácilmente puede ser instrumento de egoísmo (incluso dentro del matrimonio…). Si lo que busco es placer, soy un egoísta. Si presiono a la otra persona para que me de placer, soy todavía más egoísta.

11) “No, porque quiero conservar puro el vehículo de mi amor a vos”
La sexualidad se hace realmente personal y humana cuando está integrada en la persona. Cuando la sexualidad despierta en la adolescencia, la persona necesita integrarla en su personalidad, para ser capaz de expresar amor a través de ella. Este proceso supone la abstinencia, porque la castidad significa la integración de la sexualidad en la persona y por tanto la unidad interna del hombre en su ser espiritual y corporal. Es la única manera de conseguir el control de la propia sexualidad y de esta manera hacerla capaz de expresar el amor a través del sexo. Tené en cuenta que la sexualidad es solamente humana cuando ha sido «espiritualizada», porque sólo actúa cuando expresa a la inteligencia y la voluntad, y bajo su control. Necesita ser puesta en su lugar: bajo el control de la inteligencia y la voluntad. De otra manera se convierte en un instinto incontrolado, lo que no sólo es peligroso -toda violencia sexual es fruto de esto- sino que además hace imposible el encontrar y expresa amor verdadero. Como podés ver, el sexo si no está integrado en la totalidad de la persona, no puede ser expresión de amor, sino sólo instrumento de placer y por tanto de egoísmo. Si la sexualidad no es vivida de manera ordenada antes del matrimonio, sólo puede ser canal de egoísta satisfacción de los propios desordenados instintos y seguramente seguirá funcionando así después del matrimonio… Y la única manera de integrarla en tu personalidad es decir «no» al instinto sexual cuando reclama «acción» fuera de lugar. Sólo una persona casta puede expresar amor a través del sexo.

12) "No porque tenemos que hacer madurar nuestro amor"
Unir dos vidas no es fácil… Al principio la atracción sexual es fuerte… y la pasión trata de imponerse en la relación… es impetuosa. La componente espiritual del amor, la mejor, la más profunda, la que llena de verdad… crece de a poco. Necesita madurar a medida que las dos personas se van haciendo una… Se necesita «espiritualizar» la relación. Hay que conseguir que la pasión no mande… que lo que los une se haga más profundo, más espiritual… Quienes se casan por pasión… siempre se arrepienten… porque termina por no funcionar… Hecho de experiencia unánime entre novios: cuanto más pura es la relación, más la gozan, mejor se lo pasan juntos, menos tensiones hay, etc.

13) "No porque quiero lo mejor para vos"
Amar de verdad es querer lo mejor para la persona amada. Es mejor llegar virgen al matrimonio que lo contrario. Es mejor ser puro que no serlo. Es mejor… El pecado nunca puede ser lo mejor.

14) Algo unánime: todas las culturas siempre han reservado el sexo para el matrimonio
Aún en primitivas tribus africanas polígamas… una chica no virgen no podía aspirar a ser primera esposa… Ante tal unanimidad, es claro que algo habrá… Todas las religiones condenan el sexo prematrimonial. Dios es amor… algo que lo ofende no puede nunca ser expresión de amor, ni contribuir al amor. En la medida que separa de Dios, separa entre los que supuestamente se aman. Es imposible que algo vaya contra el amor a Dios sea expresión de amor… Llamar amor a algo que va contra el Amor Eterno suena blasfemo.

Autor: Pablo Writes