29 diciembre 2005

Dios y el sexo

A nivel humano hay muchos motivos para entender la importancia, la necesidad y el sentido de la ley de Dios respecto a la sexualidad humana. Es muy importante que llegues a entenderlo porque somos seres racionales y Dios no quiere robots sino hijos que sepan por qué hacen las cosas.

De todos modos no podés olvidar que tu fidelidad a Dios pasa también por este tema: aceptar y vivir sus enseñanzas y su ley. El asunto es con Dios, no con cosas que dice la Iglesia… Es bueno que llegues a entender los motivos de la ley de Dios, pero más allá del entendimiento hay una cuestión de fidelidad personal a Dios.

Rechazar el querer de Dios en materia sexual no representa una infidelidad menor a rechazar su presencia en la Eucaristía o la divinidad de Jesucristo. Rechazar su ley en este tema es rechazar su plan de salvación y a El mismo.

Alguna persona al pensar en la ley moral podría decir "¿por qué tengo yo que…", o "no me convence", "no me gusta", "es demasiado exigente", "no está de moda"… Estaría encarando mal el problema, ya que el punto de partida es "Dios me pide esto", y el segundo paso: "vamos a tratar de vivirlo y de entenderlo, pidiéndole a Dios su ayuda". En este orden se llega a entender, a vivirlo y a disfrutarlo (el hacer lo que Dios quiere llena la vida). En el inverso, casi nunca… porque estoy tomando el lugar de Dios: decidir por mi cuenta qué es bueno y qué es malo.

De manera que incluso cuando no entiendas o no te convenzan razones… hay una razón importantísima: «Dios lo quiere», y esta razón es la más importante y definitiva. Y esto es precisamente la fe: confiar en Dios. Se acepta su palabra o no se la acepta.

Por otro lado, en cuanto pienses despacio, desapasionadamente, lo entenderás. Sólo hace falta apertura de mente y que estés dispuesto a cambiar tu estilo de vida si la verdad así lo mostrará… Porque Dios es lo más razonable que existe: es la sabiduría infinita y perfecta. Además quiere lo mejor: es bueno infinitamente. Y no se puede equivocar. Y, además, el día de nuestra muerte nos juzgará según su ley… no según nuestras opiniones. Es claro que no hacemos un favor a Dios cuando aceptamos y vivimos su ley…

¿Y Dios qué tiene que ver con el sexo?

Mucho…

Partiendo del dato que Dios creo al hombre esencialmente sexuado, de manera que el ser humano sólo existe como varón o mujer, se ve que es algo importante en los planes creadores de Dios.

La premisa previa a toda consideración es que Dios creó el sexo y le dio las funciones que tiene. Le concedió dos cualidades únicas: ser el instrumento para crear nuevos seres humanos y unir dos personas de tal manera que acaban siendo sólo una…

Mirá si tendrá que ver, que se hace presente creando un alma inmortal cada vez que un acto sexual es fecundo. Tanta importancia le atribuyó que quiso que el hombre lo cuidara como un gran tesoro. Que lo usara de modo exclusivo: porque el amor de mutua entrega al que está ligado, o es exclusivo o no existe: así de sencillo.

Siendo que Dios creó el sexo, es razonable suponer que conoce cuál es la mejor manera de vivirlo, qué lo daña, etc.

¿Dios un aguafiestas?

Es pecado, pero ¡no puede ser malo!

Hay personas que aceptan la autoridad de la Iglesia y, por tanto, asumen que el uso de la sexualidad fuera del matrimonio es pecado. Por eso se confiesan cuando meten la pata y experimentan la alegría de recuperar la gracia de Dios. Ahora bien, si preguntas a algunos de ellos si lo que han hecho es malo en sí mismo, a nivel humano, te dicen con plena seguridad que no, que cómo va a ser malo si todo el mundo lo hace y lo acepta y, además, es divertido, te lo pasás bien. El único problema sería el posterior cargo de conciencia debido a la ley de Dios.
No entienden por qué está "prohibido", no ven que tenga algo malo en sí mismo. Si preguntás por qué es malo, la única respuesta será porque es pecado. ¿Y porqué es pecado? "porque Dios
lo prohibe".

—Entonces..., te parece que no es algo malo, les respondo
[i].
—No.

—¿Pero es pecado?
—Sí.

—¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? Si no es malo, ¿por qué va a ser pecado?
—Porque Dios lo prohibe.

—O sea que es bueno, pero Dios lo prohibe.
—Sí.

—Entonces Dios es un malvado.

Aparece la cara de sorpresa. Y preguntan:
—No es posible, ¿verdad? No parece muy lógico.
—No. Si hacer eso es bueno en el orden humano, no puede ser pecado. O si no, Dios sería un malvado por prohibirte algo tan divertido que El mismo ha creado.

—Entonces no entiendo nada. ¿Por qué es malo? ¿Cómo puede ser malo, si todo el mundo lo hace y dice que es bueno?
—Si algo es malo es porque arruina algo bueno. Por eso, para entender por qué es malo hay que entender cuál es el bien que estropea.

Entonces llega el momento de explicarles cuál es el papel y el sentido de la sexualidad en el conjunto de la persona. Sólo explicando lo positivo se entiende el porqué de lo negativo.

Al final, ni siquiera hace falta extraer las conclusiones: las sacan ellos solitos:
—Luego esto que yo hago está mal, porque se estropea esto otro.

Los mandamientos y la protección de la persona

Dios amó tanto a sus criaturas que quiso proteger sus valores más importantes con los preceptos negativos del Decálogo: unos mandamientos que no admiten excepciones, precisamente porque protegen derechos y valores fundamentales de la persona.

La vida: "no matarás"… Dios les dice a los demás que no pueden matarme, ni ofenderme, ni hacerme daño… porque valgo mucho. No es un capricho que otros no me puedan matar… Es para defender la grandeza de la vida humana.

Sexo, familia, amor: "no cometerás adulterio", "no desearás la mujer de tu prójimo". Dios quiere proteger el amor, los hijos, evitar que la persona sea usada, defender la armonía y la estabilidad de la familia…

Bienes materiales: "no robarás" "no codiciarás los bienes ajenos". Fundamental para la seguridad, la armonía entre las personas, tranquilidad, defender la propiedad privada.

Confianza entre los hombres: "no levantarás falsos testimonio ni mentir". Es básico para la comunicación entre los hombres, para que pueda existir confianza, para que podamos convivir.

Si estudiaras un poco la Teología del Matrimonio, te darás cuenta que Cristo ha elevado la sexualidad humana a la dignidad de sacramento y, por tanto, a camino de santidad. El "problema" con el sexo no es que se trate de algo malo que hay que evitar, sino de algo demasiado grande, divino, sagrado… porque está intrínsecamente relacionado con el amor de entrega y el origen de la vida. Y profanar algo sagrado es un sacrilegio.

Las "reglas" no son arbitrarias…

De forma que lo que está mal, no lo está porque un Papa se haya levantado de mal humor una mañana y lo haya prohibido.

El motivo por el que algo está mal no es que Dios lo haya prohibido sólo para probar nuestra obediencia. Si alguien pensara así concluiría que nos podría haber mandado lo contrario de los que nos mandó… y entonces –si así lo hubiera hecho– matar estaría bien, robar sería meritorio, ser fiel sería un pecado y la infidelidad merecería el cielo.

Pero las cosas no son así. Dios tiene un proyecto coherente. Crea al hombre con una naturaleza concreta, de manera que para alcanzar su plenitud y perfección tiene que obrar de una determinada manera, según esa naturaleza que tiene.

Si el hombre come veneno se muere, pero no porque Dios lo haya dispuesto así caprichosamente, como si la muerte fuera un castigo por desobedecer a su orden de no comer veneno. Se muere porque Dios creó al hombre de tal manera que hay algunos alimentos buenos para su organismo y otros malos: que le hacen daño. Esto depende de leyes químicas y biológicas de la digestión y nutrición que Dios "puso" en su organismo. Decimos "puso" en el sentido que es como funciona: está inscripto en su misma naturaleza corporal, tal como ha sido creado por Dios.

Lo mismo sucede con las leyes morales, que son las que lo conducen a la plenitud de la perfección y por tanto a la felicidad.

El porqué de la visión hedonista de la sexualidad

Según lo que te enseñan muchos medios de comunicación en materia sexual vale todo: antes o después de casarse, incluso sin casarse, sólo o con otras u otros, da igual lo que hagas y con quién lo hagas: todo lo que te satisfaga es válido. Pero te has parado a pensar ¿por qué vale todo?

La respuesta es muy sencilla: porque el sexo no tiene ningún sentido.

El hedonismo es un reduccionismo: reduce el hombre a su cuerpo, ignorando su espíritu. No hay más. ¿Qué es el hombre? Un cacho de carne y punto. Ningún acto, ningún gesto, nada que el hombre haga tiene un significado que vaya más allá de lo corporal. Nada tiene un sentido espiritual y, por tanto, humano, sencillamente porque no hay espíritu. Por eso no hay un sentido profundo en nada. Sólo cuerpo, sólo capacidad de placer. Y nada más.

De manera que la sexualidad es entendida y considerada como mera corporeidad. Desconectada del espíritu, y por tanto del amor… (actividad espiritual de la voluntad…). De ahí que se llame amor a la mera unión física, como si amar fuera algo meramente carnal… identificado con el mero placer.

El "problema" es que el sexo humano es distinto del sexo animal. En los animales es solamente una unión física… y no puede haber más ya que son sólo un cuerpo: ahí se queda todo. El hombre –de aquí su grandeza– es mucho más que un cacho de carne, y su sexualidad tiene un significado muy profundo –expresa amor– que alcanza lo más íntimo de su ser.
(Por favor, no llames amor al placer de pasártelo bien con alguien: ¡amar es otra cosa!).

La banalización del sexo es trágica para el sexo mismo.

Banalizarlo significa degradarlo. Reducirlo en valor. Vaciarlo de significado.

Algo tan grande, unido al origen de la vida y a la mayor entrega posible entre dos seres, rebajado a juego egoísta de placer, en el que una persona usa a otra para "sacarle" todo el jugo de placer que pueda …

Si el sexo es algo sin valor, intrascendente, banal… entonces su uso o abuso no ofrece ningún problema. Por eso no hay reglas: con quien quieras, como quieras, lo que quiera…: prematrimonial, extramatrimonial, adúltero, homosexual…

El problema comienza cuando uno considera el sexo como algo grande. Cuanto más se lo valore, más se lo cuida, se le atribuye un significado más alto, afecta más íntimamente a la persona…

Paradoja: cuanto más valores el sexo y el amor, más exigente serás

El cristianismo nunca ha considerado el sexo como una realidad turbia, asquerosa, pecaminosa en sí misma. La moral cristiana es exigente precisamente por la grandeza que atribuye a la sexualidad. Aspira a lo mejor. Cree que el hombre es capaz de amar a fondo, de verdad. Espera que podamos tener un amor fiel, exclusivo, total, sin engaños ni traiciones. Lo mejor es posible. Por eso aspiramos a lo mejor. No nos conformamos con menos. Aunque cueste. Vale la pena pagar el precio de la grandeza.

La moral del "vale todo" se funda en que el sexo no tiene ningún valor. Es algo trivial, sin connotaciones personales. Y eso destroza el sexo mismo, degrada a la persona.

¿Qué tiene que ver el sexo con el matrimonio?

Al pensar en el sexo, no te quedes a nivel de "permiso" para hacer cosas placenteras. ¿Se puede o no se puede? ¿Es pecado? ¿Hasta dónde se puede? Andá más lejos… buscá el amor de verdad.

No se trata de permisos. El matrimonio no es un permiso para tener relaciones sexuales.

El matrimonio hace algo increíble: une dos personas en una unidad de vida: "ya no son dos sino una sola carne". Cuando se unen sexualmente, esta unión la expresión corporal de la unidad que ambos son.

Hay una diferencia esencial entre los contrayentes antes y después de casarse: antes eran dos con ganas de ser uno, después son uno. Antes tienen ganas de pertenecerse, después se pertenecen. El matrimonio no es un papel: es una realidad existencial. Quien entiende esto entiende todo (relaciones prematrimoniales, divorcio, anticoncepción, fidelidad, adulterio, homosexualidad…). Quien no lo entiende no entiende nada. Así de fácil.

Una vez casados son una sola carne: la mayor unión posible. Imagen de la unión de Cristo y su Iglesia (cabeza y cuerpo).

No cualquier "uso" del sexo es humano. Dios quiere que el sexo sea vivido de manera verdaderamente humana, es decir, integrado en la totalidad de la persona: sólo así será expresión del conocimiento y del amor –lo más alto de la persona–. Caben dos posibilidades: o desconectado de lo espiritual (mera expresión de placer, lo considera un mero juego: como jugar al truco): es tremendamente egoísta, usa una persona para el propio goce (instrumentalizar) o expresión profunda de la persona. El placer es la explosión corporal de la felicidad del amor de dos personas que son una sola. Es consecuencia de la grandeza que se realiza: la entrega de dos personas.

Pretender usar de la sexualidad sin estar casado es una farsa, una estafa, un engaño. Es como pretender celebrar Misa antes de la ordenación sacerdotal sería una farsa, aunque fuera el día anterior a la ordenación, por el sencillo motivo de que al no ser sacerdote no podría consagrar. La realidad es diferente, muy diferente.

Amar no es amar si atenta contra el Amor…

No cualquier sexo es amor.

Los americanos hacen encuestas para todo. ¿Quienes gozan más del sexo? Aunque te sorprenda: los matrimonios con una visión tradicional del matrimonio. ¿Por qué? Evidente: porque el sexo es algo que va más allá del placer: cuando se ama, cuando se expresa una entrega total, sincera de sí mismo… la satisfacción es mucho mayor. Es que lo grande del sexo no es el placer, es el amor.

No es cuestión de técnicas… sino no habría que concluir que las prostitutas son las personas más felices de la tierra… y la realidad muestra más bien lo contrario…

Es cuestión de amor: en la medida que sea amor real, el sexo es pleno, rico, llena. De otra manera es una mera satisfacción egoísta que no puede llenar ni satisfacer, y deja un gusto amargo…

Es evidente que el sexo es algo esencialmente relacionado con el amor. Sin referencia al amor es prostitución pura. Ahora bien, si tiene mucho que ver con el amor, tiene mucho que ver con Dios. Porque Dios es amor (1 Juan 4,8).

Si cumplir sus mandamientos es la manera más básica de amarlo, la lógica más elemental concluye que incumplir sus mandamientos nunca puede ser una manera de amar.

No pretendas engañarte tontamente. No intentes pasártelo bien en contra del Amor. Lo único que conseguirías sería ofender a tu Creador y destruir tu capacidad de amar.

¿Por qué tiene tanta repercusión en la vida espiritual?

Hay una relación muy estrecha entre el amor a Dios y el uso de la propia sexualidad.

Si lo vemos desde el punto de vista sociológico, por el lado de las consecuencias espirituales de la impureza: ¿cuál te parece que es la principal causa de alejamiento de Dios? Compiten la soberbia, la pereza y la sensualidad. No nos engañemos… Un alto porcentaje de las personas que dejan de practicar su fe… lo hace por problemas de pureza.

Esto no es casualidad: la razón es que pocas cosas separan tanto de Dios como la impureza.

La falta de pureza ciega para las cosas espirituales. Ya lo decía San Pablo hace dos mil años: "el hombre animal no entiende las cosas que son del espíritu de Dios, para él son necedad" (1 Cor 2,14). Y antes Jesús había proclamado: "bienaventurados los limpios de corazón porque verán a Dios". La impureza ciega para ver a Dios. Cuando una persona que no vive ordenadamente su sexualidad dice "no lo veo", "no entiendo"… no te sorprendas: es una relación causa-efecto. Se pierde la interioridad: sensibilidad para lo espiritual. Entonces a uno lo aburren las cosas de Dios, no «siente» nada en Misa ni en la oración. Se ha embrutecido el alma: le pasa lo mismo que a una persona tosca humanamente: no puede entender el arte.

Además, produce una dependencia que crece: la sexualidad desordenada se vuelve loca: es adictiva y progresiva. Esclaviza (cfr. 2 Pe 2,18-20).

De lo que resulta que –como es claro en la Sagrada Escritura– la impureza es absolutamente incompatible con la vida cristiana. «Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos. (…) Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, (…) embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios» (Gal 5, 17- 21).

Quien no vive bien su sexualidad –es decir, quien no vive la virtud de la pureza–, no es capaz de amar: se imposibilita, lo suyo será una búsqueda de placer que convierte al otro en un medio –lo cosifica–.

Con Cristo la ley de Dios llega a su perfección

La ley de Dios es exigente porque nos valora mucho y porque en materia de amor no caben los cálculos minimalistas. Se debe a que la pureza es limpieza de corazón, de donde surge el amor. No es una mera cuestión de evitar actos exteriores: ser fieles al amor (de Dios y de los demás).

Hay un pasaje en el que se ve a donde llega la exigencia… Cuando Jesús dice: «Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mt 5,27-28). Mirar… es la manera más "suave" de faltar a la castidad. Por tanto, no te cuento si hablar, escuchar, desear, tocar, besar…

Lo que pide, lo concede a quien se lo pide y se esfuerza…

Dios no sólo enseña como somos y qué es lo mejor para nosotros: nos da su gracia. La perfección de su ley, consiste en que nos enseña el camino, nos da la fuerza para recorrerlo y nos acompaña en el trayecto.

San Pablo habla de su propia experiencia: "Y por eso, para que no me engría con la sublimidad de esas revelaciones, fue dado un aguijón a mi carne, un ángel de Satanás que me abofetea para que no me engría. Por este motivo tres veces rogué al Señor que se alejase de mí. Pero él me dijo: «Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza». Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. Por eso me complazco en mis flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridas por Cristo; pues, cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte" (2 Cor 12,7-10)

Y ésta es una razón muy importante de optimismo: se puede cambiar, se puede mejorar. Hay quienes admiran la moral cristiana por su perfección, pero piensan que es un ideal imposible de alcanzar: que no se puede aspirar a tanto y hay que conformarse con menso… No es cierto porque Dios no nos pide imposibles: sería injusto si lo hiciera. No estás solo ante un duro juez que mira desde fuera: está a tu lado ayudándote, sosteniéndote, animándote, para que te animes a ser lo que debés ser.

La Sagrada Escritura y la pureza de vida

En la Sagrada Escritura está clarísimo cómo Dios ha previsto que vivamos la sexualidad. Acá te cito algunos pasajes para que los medites.
· Ef 5,3-6: «La fornicación, y toda impureza o codicia, ni siquiera se mencione entre vosotros, como conviene a los santos. Lo mismo de la grosería, las necedades o las chocarrerías, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de gracias. Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso - que es ser idólatra - participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios. Que nadie os engañe con vanas razones, pues por eso viene le cólera de Dios sobre los rebeldes».
· Mt 5,8: «Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios»
· Rom 8,5-8 : «Los que viven según la carne desean lo que es carnal; en cambio los que viven según el espíritu, desean lo que es espiritual. Ahora bien, los deseos de la carne conducen a la muerte, pero los deseos del espíritu conducen a la vida y a la paz. porque los deseos de la carne se oponen a Dios, ya que no se someten a su Ley, ni pueden hacerlo. Por eso, los que viven de acuerdo con la carne no pueden agradar a Dios».
· Rom 8,12-13: «Hermanos, no somos deudores de la carne, para vivir de una manera carnal. Si ustedes viven según la carne, morirán».
· Rom 1,24- 32: «Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén. Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío. Y como no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, entrególos Dios a su mente insensata, para que hicieran lo que no conviene: llenos de toda injusticia, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia, de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos, detractores, enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeldes a sus padres, insensatos, desleales, desamorados, despiadados, los cuales, aunque conocedores del veredicto de Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican, no solamente las practican, sino que aprueban a los que las cometen».
· Rom 7, 19-23: «Pues si en otros tiempos ofrecisteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y al desorden hasta desordenaros, ofrecedlos igualmente ahora a la justicia para la santidad. Pues cuando erais esclavos del pecado, erais libres respecto de la justicia. ¿Qué frutos cosechasteis entonces de aquellas cosas que al presente os avergüenzan? Pues su fin es la muerte. Pero al presente, libres del pecado y esclavos de Dios, fructificáis para la santidad; y el fin, la vida eterna. Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don gratuito de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro».
· Rom 13, 12-14: «La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias».
· Gal 5, 17- 21: «Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais. Pero, si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios».
· Col 3, 4-10: «Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él. Por tanto, mortificad vuestros miembros terrenos: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y la codicia, que es una idolatría, todo lo cual atrae la cólera de Dios sobre los rebeldes, y que también vosotros practicasteis en otro tiempo, cuando vivíais entre ellas. Mas ahora, desechad también vosotros todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y palabras groseras, lejos de vuestra boca. No os mintáis unos a otros. Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador».
· 1 Tes 4,3-7: «…que os dimos de parte del Señor Jesús. Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os alejéis de la fornicación, que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo con santidad y honor, y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios. Que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en este punto, pues el Señor se vengará de todo esto, como os lo dijimos ya y lo atestiguamos, pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad».
· Ef 4,17-19: «Os digo, pues, esto y os conjuro en el Señor, que no viváis ya como viven los gentiles, según la vaciedad de su mente, sumergido su pensamiento en las tinieblas y excluidos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su cabeza los cuales, habiendo perdido el sentido moral, se entregaron al libertinaje, hasta practicar con desenfreno toda suerte de impurezas».
· 2 Pe 2,7-10: «Pues si Dios no perdonó a los Angeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio; si no perdonó al antiguo mundo, aunque preservó a Noé, heraldo de la justicia, y a otros siete, cuando hizo venir el diluvio sobre un mundo de impíos; si condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas como ejemplo para los que en el futuro vivirían impíamente; y si libró a Lot, el justo, oprimido por la conducta licenciosa de aquellos hombres disolutos - pues este justo, que vivía en medio de ellos, torturaba día tras día su alma justa por las obras inicuas que veía y oía - es porque el Señor sabe librar de las pruebas a los piadosos y guardar a los impíos para castigarles en el día del Juicio, sobre todo a los que andan tras la carne con apetencias impuras y desprecian al Señorío. Atrevidos y arrogantes, no temen insultar a las Glorias».
· 2 Pe 2: «Tienen por felicidad el placer de un día; hombres manchados e infames, que se entregan de lleno a los placeres mientras banquetean con vosotros. Tienen los ojos llenos de adulterio, que no se sacian de pecado, seducen a las almas débiles, tienen el corazón ejercitado en la codicia, ¡hijos de maldición! Abandonando el camino recto, se desviaron y siguieron el camino de Balaam, hijo de Bosor, que amó un salario de iniquidad, pero fue reprendido por su mala acción».
· 2 Pe 2, 18-20: «Hablando palabras altisonantes, pero vacías, seducen con las pasiones de la carne y el libertinaje a los que acaban de alejarse de los que viven en el error. Les prometen libertad, mientras que ellos son esclavos de la corrupción, pues uno queda esclavo de aquel que le vence. Porque si, después de haberse alejado de la impureza del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se enredan nuevamente en ella y son vencidos, su postrera situación resulta peor que la primera».
· 1 Cor 6,13-20: «El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo. (…) No saben acaso que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Cómo voy a tomar los miembros de Cristo para convertirlos en miembros de una prostituta? De ninguna manera. ¿No saben que el que se une a una prostituta, se hace un solo cuerpo con ella? (…) Eviten la fornicación. Cualquier otro pecado cometido por el hombre es exterior a su cuerpo, pero en que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿O no saben que sus cuerpos son templos del Espíritu Santo que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenece, sino que han sido comprados, y ¡a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos».
· 1 Cor 6, 9-11: «¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios. Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios».
· Ap 21, 8: «Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda».
· Judas 7: «También Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, que se prostituyeron de un modo semejante a ellos, dejándose arrastrar por relaciones contrarias a la naturaleza, han quedado como ejemplo, sometida a la pena de un fuego eterno».
· Hebreos 13,4: «Respeten el matrimonio y no deshonren el lecho conyugal, porque Dios condenará a los lujuriosos y a los adúlteros».

¿No te alcanza la palabra de Dios? ¿Le creés? ¿Pensás acaso que Dios quiere jorobarte la vida?

Si el 6° y 9° mandamientos no existieran… cuanta menos gente tendría problemas con la Iglesia… objeciones, … ataques…. Cuántos más practicarían la fe. Pero no hay caso, no podemos renunciar a la verdad y a la grandeza de la vocación cristiana.

Ser cristiano en un ambiente paganizado

No se trata sólo de "sobrevivir" sin contaminarnos, hemos de influir positivamente: mejorar el ambiente que nos rodea: purificar una atmósfera cargada de erotismo. Esa es la tarea, la misión de los cristianos.
En medios saturados de sensualidad, obsesionados con la sexualidad (cfr. 2 Pe 2,14), tiene que notarse la diferencia (cfr. Ef 4, 17-19). Es el primer paso.
Y además, tenemos que saber explicar los motivos de la castidad y el sentido de la sexualidad; desarrollar complejo de superioridad: es verdad que un "amor puro" es mejor: todos lo saben, todos lo valoran.

Conclusión

En este campo se juega nuestra fidelidad a Dios y nuestra misión en el mundo. No te olvides que somos la sal de la tierra. Si la sal pierde su sabor… ¿quién va a preservar de la corrupción? Por eso es vital lo que el Señor nos pidió: "no os conforméis con el mundo".

[i] La idea esencial de este diálogo la he tomado de Mikel Santamaría.

Pablo Writes

04 diciembre 2005

¿Sexo…? ¿Y por qué no…? (I)

Usar la cabeza y ser objetivo para analizar el tema

Hay quienes piensan que los varones no pueden vivir sin sexo y que las chicas deberían complacerlos desde antes del matrimonio. Para analizar la conveniencia o no de esto, la primera condición es usar la razón… porque si "pensás" con los sentimientos el resultado puede no ser todo lo racional que querrías. Lo que pensamos es una cosa y lo que sentimos es otra distinta. En este tema es muy importante distinguir estas dos áreas -razón y sentimientos- porque el sexo se mueve por pasión y produce un placer muy intenso; y estas dos cosas oscurecen al inteligencia.
Es fácil engañarse a uno mismo y a los demás, precisamente por el placer que la sexualidad lleva consigo, haciendo pensar que lo que en general es teóricamente malo, puede llegar a ser incluso bueno en tu caso particular. Y podrías encontrar argumentos que intentan justificarlo. La mejor manera de evitar engaños es mirar al tema objetivamente, es decir desde fuera de uno. Es evidente que a nadie le gustaría que su hermana o hija se acueste con cualquiera; incluso se sentiría peor pensando en la propia madre obrando de esta manera, es decir teniendo experiencias sexuales fuera del matrimonio. Entonces, sé sincero con vos mismo: ¿por qué desear para tu novia -a quien imagino que querés- lo que no querés en absoluto para las otras personas amadas? ¿No es extraña esta incoherencia? No, no lo es en absoluto. Sucede que analizando el caso de otras personas tenés la objetividad de la que carecés en el tuyo. Frecuentemente en mis charlas con chicos, les pregunto: "¿Te casarías con una chica que haya pasado por varias "camas"? La respuesta es siempre la misma: "No". Está claro que nadie quiere una esposa de segunda mano. Entonces, respondo: "si vos exigís lo que no estás dispuesto a dar, sos un …"
Para entender cómo y cuándo debe funcionar la sexualidad, es necesario entender qué es. Y hay que comenzar por la comprensión del ser humano… Esto no es un tratado de antropología. Simplemente se elencan un serie de motivos de sentido común acerca del sexo. Tomados separadamente, algunos quizá puedan ser discutibles. Un sólo motivo aislado posiblemente no te convenza. Bastaría que entiendas y aceptes uno entre todos, para que compartas la conclusión. De todos modos, la fuerza está en el conjunto: es definitivo.

Sexo, amor y matrimonio

Es sexo es un realidad grandiosa. Tanto que toca lo divino, en cuanto que Dios participa de él con su poder creador. Este escrito quiere prevenirte de los riesgos de su vanalización. Para eso analiza las consecuencias negativas del sexo sin amor verdadero. Algunas personas confunden la lujuria con el amor… Ante tan triste confusión, es importante que defiendas tu sexualidad -un tesoro imponente- para que seas capaz de un amor realmente grande.
La primera pregunta que hay que hacerse es si el sexo tiene algo que ver con el amor o si es algo así como un juego -por ejemplo jugar a las cartas-. A nadie se le ocurriría exigir amor para poder jugar un partido de tenis. Si el sexo tiene algo que ver con el amor, entonces tendrá unas condiciones.
En la misma línea hay que preguntarse si el sexo es algo que está esencialmente relacionado con el matrimonio o no. Marido y mujer cenan juntos, pero a nadie se le ocurriría decir que el comer juntos es una actividad reservada exclusivamente al matrimonio.
Si no ves clara la diferencia entre tener relaciones sexuales dentro o fuera del matrimonio, tu problema es que todavía no has entendido qué es el matrimonio. Posiblemente pensás que se trata de un papel, un trámite legal, sin mayores consecuencias en la realidad.
Hay gente que piensa que después de casarse está mal tener sexo fuera del matrimonio (es decir ser infiel), pero que el sexo pre-matrimonial es diferente. No sé si te das cuenta de la incoherencia: fuera del matrimonio significa con alguien con quien uno no está casado, y tan fuera es antes con cualquiera (incluye el propio novio) que después con quien no es el marido.
Para entender el tema habrá que darse cuenta que el matrimonio establece una unidad única entre un hombre y una mujer: en el decir de la Sagrada Escritura los hace "una carne", es decir, que de alguna manera ya no son dos, sino uno solo. Algo cambia en las personas. Se han entregado la vida y se pertenecen mutuamente.
Una comparación. Un seminarista puede estar muy comprometido con su vocación sacerdotal, pero antes de ordenarse no es sacerdote. Puede tener muchos deseos de ser cura, pero si pretendiera celebrar Misa antes de la ordenación, haría un sacrilegio y por supuesto no consagraría el pan y el vino. Es que en la ordenación realiza un cambio en su persona: no es el mismo antes que después. Algo semejante ocurre con el matrimonio.
La relación con el amor y el matrimonio da al sexo un carácter muy particular.

¿Porqué decir "NO"?

Algunas razones para decir "no" al sexo extra-matrimonial (evidentemente pre-matrimonial incluido). Algunas veces habrá que decir que no a otra persona, otras a tus propios sentimientos o deseos. Fijate bien que cada "NO" está sustentado en un "SI" muy grande e importante.

1) “No, porque te quiero de verdad”
¿Se puede sostener que el sexo fuera del matrimonio sea una expresión de amor? Veamos. Vos por supuesto que querés a tu madre. ¿Te gustaría que ella tuviera sexo extra-matrimonial? Vos querés a tu hermana, ¿te gustaría que cualquiera se la lleve a la cama? Vos querrás a tus hijas, ¿querrás en el futuro que se acuesten con cada novio que tengan? Entonces, si no querés sexo fuera del matrimonio para las mujeres que más querés, ¿porqué quererlo para tu novia, de quien teóricamente estás enamorado? ¿Podría ser que el hecho de ser vos quien tiene sexo cambie tu apreciación del tema, haciendo una excepción única? Es decir que a tu novia le estaría permitido tener sexo extra-matrimonial sólo con vos; y a vos con cualquiera que sea tu novia en cada momento. Dejame que te diga que todo parece indicar que no es bueno para vos lo que no es bueno para otros; y que deberías querer para tu novia lo que querés para las mujeres que son más queridas por vos. La respuesta correcta sería que «precisamente porque te quiero, quiero lo mejor para nosotros: que guardemos las relaciones sexuales para nuestro matrimonio».

2) “No, porque quiero que nuestro amor dure para siempre: no quiero arriesgar nuestro futuro”
Las estadísticas dicen que las parejas que no han vivido la pureza antes de casarse tienen un 50% más de probabilidades de fracasar en el matrimonio que el resto. No juegues con tu futura felicidad.
Esto no es cuestión de estadísticas, un buen noviazgo es condición de un buen matrimonio. Y un buen noviazgo exige pureza: porque es un tiempo para conocerse mutuamente, para descubrir si la otra persona es la correcta para compartir el resto de mi vida y ser el padre/madre de mis hijos. La pureza es la condición de éxito de este único objetivo del noviazgo. ¿Porqué? Por tres razones:

a) Si el sexo está presente en la relación… no hay manera de saber qué los mantiene juntos… Dicen los expertos que la mera mutua satisfacción sexual es capaz de mantener juntas a dos personas hasta entre 2 y 5 años… Es decir que si no hay otra cosa que los una… la pareja «funciona»… por un tiempo… Por eso hay gente que se casa y después se da cuenta… que no eran el uno para el otro… Antes no se habían dado cuenta porque estaban demasiado ocupados gozando el cuerpo del otro… y lo demás era irrelevante.

b) Necesitamos objetividad para conocer a la otra persona. Cuando la natural atracción sexual se convierte en el centro de la relación, perdés objetividad. Mirá, lo importante no es como la otra persona besa… Si la pureza no gobierna la relación y lo primero a lo que le prestás atención es su sexualidad, esto oscurece tu mirada, y prestás menos atención a lo que realmente importa. Un amigo solía decir: "si tus ojos se detienen en sus pechos… nunca alcanzarás su corazón". Cuando entro en una habitación buscando un cuaderno, puedo ver las otras cosas que hay en el cuarto, pero no les presto atención… porque estoy buscando el cuaderno. El sexo absorbe la atención… por culpa del sexo, muchos se casaron con la persona errada, porque no se conocieron a fondo, y así, como te podés imaginar, el matrimonio no puede acabar bien…

c) Las relaciones sexuales reducen tu libertad. Porque, después de tener sexo, costará mucho más cortar, si te das cuenta que los caracteres, ideas, etc. no son muy compatibles. Un pesada carga pesará sobre vos… y podés terminar frente a un altar uniendo tu vida a quien no deberías…. ¿No es realmente peligroso jugar con el sexo?

3) “No, porque quiero guardar el mejor regalo de casamiento para vos”
¿Qué tesoro vas a entregar la noche de bodas si ya lo has perdido antes? ¿Tiene sentido dar los regalos de Navidad en Agosto? Los sueños por el matrimonio van muriendo… porque tu anticipación de la mutua entrega le quita sentido a esa entrega, la empobrece. Tomarse este tipo de «anticipos» no ayudará la vida matrimonial…

4) “No, porque no quiero engañarte”
Los seres humanos somos criaturas espirituales y nuestra espiritualidad abarca todo nuestro ser. Por tanto, la unión sexual es humana sólo en la medida que sea la unión de toda la persona. Más aún, si es expresión de la unión más profunda de las almas. Entregar el cuerpo, sin haber entregado el alma, es una estafa. En el matrimonio, cuando dos personas se entregan mutuamente una a la otra, para siempre, unen sus vidas en una vida. Entonces esta unión se expresa también corporalmente: la unión sexual hace la unión espiritual completa y perfecta. Antes del matrimonio se puede entregar sólo el cuerpo… que no puede expresar una unión que no existe. Es un símbolo vacío… expresión de algo que no existe, por tanto una gran mentira. Podés explicarlo sencillamente: “No quiero herirte, El día que te de mi cuerpo es porque antes te habré dado mi vida entera. Hoy, no es posible darte lo que yo querría: mi ser entero, cuerpo y alma, presente y futuro. Si te diera mi cuerpo, te estaría engañando, porque no te estaría dando lo mejor de mí: mi ser completo”.

5) “No, porque no quiero sentirme avergonzada de vos”
Nadie te garantiza que te vas a casar con él/ella. Supongamos que te acostás con tu novio/a. Este noviazgo puede terminar en un matrimonio o no. Si no te casás con él/ella, ¿vas a sentirte orgulloso o avergonzado de esas relaciones? ¿Me podés decir con qué cara la/lo vas a mirar cuando se encuentren en la calle o en una reunión social, etc., más aún si te lo/la encontrás con tu marido y tus hijos? ¿Qué sentimientos tendrás para con esa persona?

6) “No, porque quiero estar orgullosa de vos”
Si se casan, ¿me podés explicar con qué cara le vas a enseñar a tus hijas a vivir la pureza? ¿Le vas a aconsejar a tus hijas que imiten tu comportamiento? ¿Vas a ser tan hipócrita como para dar un consejo que vos no quisiste seguir? ¿Les vas a mentir sobre tu noviazgo? ¿Querrás que los amigos de tus hijas las traten como vos has tratado a tu mujer? Por amor, por supuesto.

7) “No, porque no quiero arrepentirme después”
Solamente pensar que uno puede arrepentirse penosamente de lo que debería ser un gran acto de amor, muestra que algo no funciona.
¡Una prueba! ¿Cuántas personas se arrepienten de haber tenido relaciones sexuales antes de casarse? ¿Cuantas se lamentan de no haberlas tenido? ¿Cuántos que no son vírgenes quisieran serlo? ¿Cuántos que lo son querrían no serlo? Sacá tus propias conclusiones. La virginidad es un regalo supremo que se entrega como expresión de pertenencia exclusiva y definitiva o es algo que se pierde una noche triste… quizá bajo el efecto de alguna copa de más. Y sólo es una vez en la vida… no hay segunda oportunidad…

8) “No, porque quiero demostrarte que me cuido para vos”
La pureza en el noviazgo es garantía de fidelidad. Si él no te respeta a vos, que vas a ser su esposa y la madre de sus hijos, ¿me podés explicar cómo va a respetar a las que no ama? Si no es capaz de resistir la tentación por amor a vos… ¿cómo la resistir en otras ocasiones? Si no sabe decirte que no a vos… ¿se lo dirá a otros? Este es el mejor test de fidelidad.

9) "No, porque quiero saber cuánto me querés"
¿Cómo saber si realmente me quiere? Las palabras no alcanzan… La manera de verificarlo es a través del tiempo y del sacrificio. En cuanto a lo segundo, verificando si es capaz de «aguantarse» por amor. No se ha descubierto otra prueba más confiable de amor.

10) “No, porque quiero poder confiar en vos”
Porque el sexo sin un compromiso de por vida no une, separa. El sentimiento amargo y triste después de haber tenido relaciones sexuales antes del matrimonio es un signo claro y universal de esto. Esto pasa sólo al principio. A veces, un novio dice a su novia: "no te preocupes, te vas a acostumbrar". Es una triste verdad, con algo de "práctica" ella no se va a sentir más avergonzada, va a dejar de pensar que está mal. Pero solamente porque se habrá corrompido. De la misma manera, la primera vez que un asesino mata a alguien se siente realmente mal, pero cuando adquiere un poco de "práctica" se acostumbra y deja de sentir que está mal. Por esta razón es mejor no acostumbrarse… Amor une, egoísmo separa. ¿Donde está la diferencia entre amor y egoísmo? Amor es dar, buscar el bien del otro; egoísmo es usar a la otra persona para conseguir algo, buscando por mi propio bien. Si tenés en cuenta que la actividad sexual produce un placer muy intenso, te darás cuenta de que fácilmente puede ser instrumento de egoísmo (incluso dentro del matrimonio…). Si lo que busco es placer, soy un egoísta. Si presiono a la otra persona para que me de placer, soy todavía más egoísta.

11) “No, porque quiero conservar puro el vehículo de mi amor a vos”
La sexualidad se hace realmente personal y humana cuando está integrada en la persona. Cuando la sexualidad despierta en la adolescencia, la persona necesita integrarla en su personalidad, para ser capaz de expresar amor a través de ella. Este proceso supone la abstinencia, porque la castidad significa la integración de la sexualidad en la persona y por tanto la unidad interna del hombre en su ser espiritual y corporal. Es la única manera de conseguir el control de la propia sexualidad y de esta manera hacerla capaz de expresar el amor a través del sexo. Tené en cuenta que la sexualidad es solamente humana cuando ha sido «espiritualizada», porque sólo actúa cuando expresa a la inteligencia y la voluntad, y bajo su control. Necesita ser puesta en su lugar: bajo el control de la inteligencia y la voluntad. De otra manera se convierte en un instinto incontrolado, lo que no sólo es peligroso -toda violencia sexual es fruto de esto- sino que además hace imposible el encontrar y expresa amor verdadero. Como podés ver, el sexo si no está integrado en la totalidad de la persona, no puede ser expresión de amor, sino sólo instrumento de placer y por tanto de egoísmo. Si la sexualidad no es vivida de manera ordenada antes del matrimonio, sólo puede ser canal de egoísta satisfacción de los propios desordenados instintos y seguramente seguirá funcionando así después del matrimonio… Y la única manera de integrarla en tu personalidad es decir «no» al instinto sexual cuando reclama «acción» fuera de lugar. Sólo una persona casta puede expresar amor a través del sexo.

12) "No porque tenemos que hacer madurar nuestro amor"
Unir dos vidas no es fácil… Al principio la atracción sexual es fuerte… y la pasión trata de imponerse en la relación… es impetuosa. La componente espiritual del amor, la mejor, la más profunda, la que llena de verdad… crece de a poco. Necesita madurar a medida que las dos personas se van haciendo una… Se necesita «espiritualizar» la relación. Hay que conseguir que la pasión no mande… que lo que los une se haga más profundo, más espiritual… Quienes se casan por pasión… siempre se arrepienten… porque termina por no funcionar… Hecho de experiencia unánime entre novios: cuanto más pura es la relación, más la gozan, mejor se lo pasan juntos, menos tensiones hay, etc.

13) "No porque quiero lo mejor para vos"
Amar de verdad es querer lo mejor para la persona amada. Es mejor llegar virgen al matrimonio que lo contrario. Es mejor ser puro que no serlo. Es mejor… El pecado nunca puede ser lo mejor.

14) Algo unánime: todas las culturas siempre han reservado el sexo para el matrimonio
Aún en primitivas tribus africanas polígamas… una chica no virgen no podía aspirar a ser primera esposa… Ante tal unanimidad, es claro que algo habrá… Todas las religiones condenan el sexo prematrimonial. Dios es amor… algo que lo ofende no puede nunca ser expresión de amor, ni contribuir al amor. En la medida que separa de Dios, separa entre los que supuestamente se aman. Es imposible que algo vaya contra el amor a Dios sea expresión de amor… Llamar amor a algo que va contra el Amor Eterno suena blasfemo.

Autor: Pablo Writes

¿Sexo…? ¿Y por qué no…? (II)

En la primera parte repasamos algunas razones por las que es mejor no tener sexo antes de tiempo… Ahora vamos a analizar las ventajas y desventajas centrado en las mujeres.

Beneficios y pérdidas del sexo prematrimonial

"El sexo es un juego especial, si juegas cuando no debés, perdés siempre…"
La ironía de la frase es evidente: el sexo el algo demasiado serio y si jugás con él como si fuera un juguete, entonces perdés siempre. Esto es válido para los dos, pero puestos a perder… la que pierde más es la chica. Como mujer, ¿qué perdés?

1. Perdés tu pureza
Uno de los valores más grande que tenés en la estimación de los chicos. Este es un problema central, otros son secundarios. Das tu intimidad -y de la manera más grande posible- porque sí, sin motivo, ni sentido; jugás con tu amor; engañás a la otra persona y a vos misma. Das tu cuerpo, sin dar tu persona; recibís un cuerpo, sin recibir a la persona. Esta gran mentira destruye tu capacidad de amar. Esto se debe a que la sexualidad es el vehículo a través del cual das amor, y si lo usás para dar y recibir sólo placer, la estás degradando; y, aún peor, te degradás a vos misma.

2. Perdés tu virginidad.
Es la primera consecuencia de las relaciones sexuales. ¿Cuántos chicos desaparecen después de haber tenido relaciones con una chica? Muchos. Tené presente que los hombres valoran muchísimo la virginidad de la mujer con la que se quieren casar; muchas veces la valora más que las mujeres mismas. Si le preguntás, ¿te casarías con una chica que no sea virgen? La mayoría, en principio, responde que no, que prefiere buscar otra que esté “limpia”. Pero, ¿no es extraño que teniendo tal claridad de ideas pidan por sexo? ¿No te estarán tomando el pelo o jugando con vos?

3. Perdés un amor puro.
Antes de que el sexo aparezca en la relación, el nivel de romanticismo es alto. Después, la sexualidad se mete en todo y es muy difícil dar marcha atrás… A veces, es más fácil comenzar una nueva relación pura… Si permitís que el sexo se intrometa en la relación, vas a ver a tu novio de manera diferente y más aún él te va a mirar de manera diferente. Su atención se va a centrar en lo que es más explícitamente sexual que en tu persona. Ahora, se han convertido en cómplices, han ensuciado el amor. El sexo fuera del matrimonio es solamente "carne".

4. Perdés su respeto.
Ya no te va a respetar como antes porque ha usado tu cuerpo y, por tanto, te ha usado a vos como a un objeto. Nada será como antes, ahora la pasión estará cada vez más presente y con una presencia muy intensa. Y él pensará que tiene el derecho a tu cuerpo, y vos sentirás el deber de dárselo…

5. Perdés el respeto por vos misma.
Dejás de considerar tu pureza como algo sagrado… Ahora darás tu cuerpo más fácilmente, porque te acostumbrarás a tener sexo. La sexualidad perderá su misterio, haciéndose algo trivial, lo que significa que te habrás corrompido.

6. Perdés espontaneidad en la relación.
Todas las parejas de novios tienen experiencia de que cuando la relación es pura es, por lo mismo, más espontánea, divertida, natural, agradable. Se lo pasan mejor juntos. En cambio, cuando la pasión se metió entre los dos -y normalmente es para instalarse, reclamar cada vez más, y ya no irse-, la relación pierde esa frescura y la chica pierde tranquilidad, comienza es estar incómoda. No sabe qué puede pasar, siempre tiene que estar atenta a cuidarse para que no pase lo que no quiere que pase…

7. Perdés confianza en él.
La primera vez que un chico trata de “avanzar” sobre la intimidad de su novia, ella se siente incómoda, no pocas lo ven casi como un violador. Esta es una experiencia generalizada. Si no has sido lo suficientemente fuerte y él consiguió lo que buscaba… y si continuás manteniendo tus ideas… cada vez que estés con él, tendrás cierta inquietud de que se quiera “pasar” de nuevo…

8. Perdés el control de la situación.
Antes que pase nada, cuando decís «no», él entiende «no». Después, él sabe que es cuestión de insistir, porque sabe que puede conseguir lo mismo que la última vez… Te podés convertir en su juguete. Cada vez se hace más difícil decir que no y perdés crecientemente credibilidad.

9. Perdés libertad interior
Porque el sexo usado para solo placer esclaviza. Sin pureza, perdés el autocontrol: cuando usás tus instintos fuera del control de tus facultades superiores, por ejemplo cuando la pasión manda, la inteligencia y la voluntad pierden progresivamente el control de ellas. Tu cuerpo se convierte en un monstruo insaciable en busca de carne.

10. Perdés libertad para cortar el noviazgo…
Si ves que la relación no camina, la cosa se complica. Te dará vergüenza pensar en no seguir con todo lo que ha pasado… y te costará decidir algo de lo que quizá no tendrías ninguna duda si no fuera por la falta de pureza…No te digo nada si estás enganchada por razones sensuales que no te dejan pensar claro.

11. Perdés la capacidad de dar y recibir amor verdadero
Porque dañás tu vehículo de amor. Tu sexualidad se excitará más fácilmente que antes y sólo por sensualidad… dejando el amor aparte.

12. Perdés los sueños por el matrimonio.
¿Cuál va a ser tu mejor regalo de casamiento la noche de bodas? El "encantador" y "misterioso" sentido de la sexualidad desaparece. ¿Cuál será la novedad del matrimonio?

13. Perdés el mejor test que tenés para saber si realmente te quiere.
Si cedés… de aquí en adelante, cuando vaya a buscarte… ya no sabrás porqué te busca… si quiere estar con vos… o "necesita" descargar su pasión incontrolada… En cambio, si es capaz de vencer la tentación y la pasión porque te quiere, entonces, podés estar segura de que su amor es profundo y generoso.

14. Perdés el mejor test que tenés para probar su fidelidad.
Si no puede vencer su instinto y pasión sexual por amor a vos… ¿me podés decir cómo los va a frenar cuando encuentre una chica atractiva que le ofrezca la oportunidad de tener una "aventura"? Tendrías que asegurarte de su fidelidad y entrenarlo en ella. Esto es vital.

15. Perdés el respeto de otros chicos cuando lo saben.
Los chicos no respetan la "chicas fáciles". Distinguen perfectamente entre una "chica fácil" y una "respetable" y buscan por uno u otro tipo de chica según sean sus propósitos. Vos sos la que decidís que "modelo" de mujer querés ser.

16. Te podés quedar embarazada, lo que complicaría bastante tu vida….
Esto no es algo malo –un bebito es lo mejor que existe: un adorable ser humano–, el problema son las circunstancias: sos chica, estás estudiando, no estás casada, no te mantenés a vos misma… Tener un hijo no es algo malo, pero sí lo es hacer lo necesario para tenerlo fuera del matrimonio. ¿No te suena extraño el término "embarazo no deseado"? ¿Cuál es el sistema para tener un hijo? ¿Cuál es la consecuencia natural de las relaciones sexuales? ¿Cuál es la consecuencia natural de introducir espermatozoides en la vagina de una mujer (porque las relaciones sexuales consisten básicamente en esto)? ¿No suena demasiado caradura llamar "no deseada" la consecuencia natural de algo que dos personas hace voluntariamente? No te engañes, no hay anticonceptivos totalmente "seguros". Si sos fertil y tenés relaciones sexuales, es posible que te quedes embarazada…

17. Perdés la paz…
Porque cada vez que tu período se retrase un poquito… la angustia se hará presente… y saldrás corriendo a hacerte un test de embarazo…

18. Te exponés a que te presionen para que hagas un aborto.
El peor crimen que una persona “normal” puede cometer (porque un genocidio y cosas por el estilo no están a su alcance): matar a un bebito inocente que no puede defenderse ni siquiera llorando. Si un día te enterases que pasó por la cabeza de tu madre, aunque sea un instante, la posibilidad de abortarte, te morirías… en el sentido más real de la expresión. ¡Vos podrías haber sido abortada! Hablar de aborto es muy fácil porque los candidatos al aborto nunca pueden compartir la conversación… y los que están a favor del aborto nunca pueden ser abortados… Una persona normal debería decir: "nunca podría hacerlo, sería como matarme a mí mismo". Parece resolver un problema, pero en realidad mata a la víctima (el bebito, tu hijo) y a la victimaria (la madre). Convertirse en un asesino no resuelve nada. Bien, si te quedás embarazada, tu novio puede sugerir esta posibilidad y presionarte para que lo hagas. Una situación muy linda, ¿no? A lo mejor no, pero posibilidad real porque no hay anticonceptivo totalmente seguro. El 40% de las que acuden a las clínicas abortistas de Marie Stopes en Inglaterra, culpan del embarazo a fallas en la anticoncepción…

19. Podés conseguir una muy linda enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Si para tu novio es tan normal tener sexo -al menos es lo que te dice para convencerte- supongo que él fue así de "normal" otras veces con diferente chicas… Entonces, deberías recordar que cuando tenés sexo, estás teniéndolo con todas sus "ex" parejas, al menos en cuanto se refiere a ETS. No te olvides que el 80% de los infectados con ETS no lo saben… ¿No es curioso que muchos piesen que otras personas pueden contagiarse de SIDA pero ellos no? Se siente suficientemente seguros para tener sexo, pero tienen pánico de hacerse un análisis para saber si tienen SIDA… Sólo una vez es suficiente, y no hay vuelta atrás. Dejame bromear con un tema tan serio, pero aconsejaría a muchas chicas exigir un certificado de limpieza de ETS -actualizado por supuesto- antes de tener sexo. De otra manera tener sexo es un acto de demencia (acerca de los preservativos podés preguntar a alguno de los muchos que estaban "preservados" cuando se contagiaron el SIDA).

20. Perdés la más poderosa arma educativa para tus futuras hijas tu propia vida.
¿Qué les vas a enseñar a tus hijas sobre la pureza? ¿Les vas a enseñar avergonzada lo que no quisiste vivir? Mirá el único instrumento educativo creíble es el ejemplo: la gente sólo cree al testimonio de vida. Y no creas que se lo pude mentir…

¿Qué ganás?
Además de unos pocos minutos de placer y lindos sentimientos, no consigo imaginar algo más.
¿Te parece que vale la pena?

El sexo no es un juego, es un asunto serio. Implica amor y vida. Es el instrumento para amar y para hacer ese amor eterno, proyectándolo en nuevos seres que son el fruto de ese amor.


Autor: Pablo Writes

¿Sexo...? ¿Y por qué no...? (III)

Es la hora de dar respuesta a los reclamos de sexo…
Perdón por la expresión, pero ahora vamos a analizar algunos a
rgumentos que te darán para intentar llevarte a la cama.

Muy repetidas razones para decir «si»

Veamos las más frecuentes razones que aparentemente justifican sexo durante en noviazgo. Son prácticamente las mismas en los últimos trescientos cincuenta mil años… No hay nada nuevo bajo el sol…

1. “Si nos amamos, ¿porqué va a estar mal?”
Hay diferentes clases de amor, y cada una de ellas tiene diferentes manifestaciones. Vos querés a tus padres, hermanos, primos, amigos… y les manifestás tu cariño sin recurrir al sexo. La unión sexual exige la previa unión de vidas, en caso contrario es una mentira. Una unión total exige exclusividad y no límite de tiempo. Esto sólo se da en el matrimonio. En este momento, el camino de expresar el mutuo afecto no es a través del sexo. Además, no confundas amor con pasión, deseos con realidad, intención con hechos. El afecto que sentís se convertirá en amor definitivamente entregado en la noche de bodas. Hoy sólo existe la intención de darle tu vida. ¿Quién garantiza que te vas a casar con él/ella? A lo mejor él dice que te ama… ¿a cuántas chicas les han dicho lo mismo… solo para llevarlas a la cama?

2. “No quiero perderlo…”
Esta es una de las razones más frecuentes por la que chicas ceden a la presión del novio. "Si le digo que no, buscará otra que acepte sus condiciones. Si quiero conservarlo para mí, tengo que complacerlo acostándome con él". No tengas miedo, si te exige sexo como condición para continuar, es mejor no continuar, porque esto muestra qué clase de persona es y qué es lo que está buscando.

3. “Tenemos que probar nuestro amor, para estar seguros de ser sexualmente compatibles”
No se puede experimentar con personas humanas y menos si son amadas… El amor no debe ser probado con algo tan íntimo como el sexo. Ser capaz de tener relaciones sexuales no es una demostración de amor, sino solamente de ser un ser sexuado. El amor se prueba en otros ámbitos… Las pruebas con menor margen de error no se dan en el campo de cosas que producen placer, sino en lo que cuesta sacrificio. Probar el amor mutuo exige probar que sos capaz de sacrificio por la persona amada. Y uno de los puntos más importantes, es saber negar los propios caprichos por el bien del otro. Además, la gente más experimentada en este campo son las prostitutas, y no creo que sean expertas en amor. No parece que su «experiencia» mejore el amor..

4. “Yo no quisiera… pero mi novio no entiende mis razones…”
Ceder sólo porque no entienda no parece tener mucho sentido. Quizá no entienda las razones teóricas que puedas darle… pero no es necesario que las entienda.

5. “Todo el mundo lo hace.”
No es verdad. Además, ¿qué entendés por todo el mundo? Podés responder: "todas las prostitutas lo hacen". OK, tenés razón. "Todo «play boy» trata de hacerlo con toda chica que se encuentra en su camino". OK, de nuevo tenés razón. Pero, puede alguien que quiere ser un buen padre o madre, ser contado entre ese tipo de "todo el mundo"? Además, el número de personas que se comporta de una determinada manera no da valor a ese tipo de comportamiento. La cuestión es ver si lo que hacen es correcto o no. Hacer algo que sabés que está mal, sólo por la presión de amigos o del ambiente, es renunciar a tu libertad.

6. “Me gusta. Si él/ella está de acuerdo, ¿por qué no hacerlo?”
En realidad lo que te gusta es el placer que el sexo te da, lo que es muy distinto de la felicidad del amor. Por ahora ambos sólo pueden dar placer y nada más, y esto afectará tu capacidad de amar genuinamente. No te engañes a vos mismo.

7. “Tengo que demostrarle que lo quiero…”
Mejor que él te demuestre que te quiere… aguantándose. Por tu lado… quizá sea mejor regalarle una caja de bombones.

8. “Nos vamos a casar.”
Cuando tenías 5 años podrías haber dicho lo mismo… Además nadie te lo garantiza. ¿Sabés cuantos que estaba segurísimos de que se casarían… nunca se han casado…? Si nos ponemos en trágicos… uno puede morirse en un accidente antes del casamiento… De hecho, hasta el mismo momento del matrimonio ambos son libres de terminar la relación. Todavía no te has comprometido para toda la vida. Aunque desees casarte, con él/ella, no han unido sus vidas. Lo que marca la diferencia es el matrimonio: es totalmente diferente tener sexo antes que después de casarte. Tres años o una semana antes, es igualmente antes. Aquí no es cuestión del cantidad de días, meses, años… es cuestión de la realidad: no se pertenecen.

9. “Mi novio lo hacía con las novias anteriores que tuvo…”
Peor para ellas… no creo que ahora se sientan muy contentas de haberlo hecho… Repetir los mismos errores sólo porque alguien los cometió en el pasado y los quiere seguir cometiendo con uno… no crea que sea muy sabio…

10. “No tengo paciencia para esperar a que nos casemos…"
Tu desesperación por el sexo tendría que preocuparte… Quizá sea conveniente visitar algún buen psicólogo para tratar esa adicción…

11. “No puedo dejar de hacerlo…”
Esto no es verdad. A lo mejor tu voluntad todavía es débil, pero con esfuerzo podés fortificarla. Sé optimista y superate a vos mismo. Además, si evitás las ocasiones y la otra persona te ayuda, serás capaz de vivir de acuerdo a lo que considerás la mejor opción. Nadie puede decir que no es capaz de vivir de acuerdo a su dignidad. Si una persona piensa que no puede vivir un amor puro… ¿qué clase de amor puede vivir?

12. “Si nos cuidamos, no pasará nada, ¿cuál puede ser el problema?”
Bien sabés que el sexo no es un juego. La posibilidad de un embarazo o de enfermedades de transmisión sexual no son el único problema. Podés tratar de evitarlas, pero ¿cómo vas a proteger tu capacidad de amar? Además, ¿sabés cuánta gente que pensaba como vos quedó embarazada o está "gozando" del SIDA?

13. “Nosotros somos maduros y responsables, nadie nos puede venir a decir que debemos hacer.”
Mirá, el sexo no depende de la edad. Lo que está mal a los quince, está también mal cuendo uno tiene treinta. El sentido de la sexualidad no depende de la edad. De otra manera, a los setenta, ¡la infidelidad sería algo valioso…!

14. “Nosotros no tenemos prejuicios religiosos.”
Esto no es cuestión de religión. Hasta ahora no hemos hablado de Dios. Es cierto que los mandamientos de Dios refuerzan la importancia de la abstinencia antes del matrimonio, pero esto es válido para todo el mundo. El ateísmo no cambia las cosas y lo que está en juego es tu felicidad futura… Yo no la arriesgaría tan fácilmente. . De todos modos, no te olvides que todas las religiones -judaísmo, cristianismo, islamismo…- valoran la virginidad y reservan el sexo para el matrimonio.

Diferentes maneras de decir que no

NO hay límite para la imaginación y creatividad de una persona que es ha propuesto algo en serio. Y cuando alguien quiere sexo, nunca sabés con qué argumentos va a venir…

Decir que "no" frecuentemente requiere más que una respuesta de una palabra. Es importante estar psicológicamente preparada para las diferentes líneas que alguno puede usar para presionarte para tener sexo. Si el "NO" es fuerte, la presión se detendrá.

  • “¿No me querés?” “Te quiero lo suficiente como para decirte que no”
  • “Si me quisieras de verdad…” “Si realmente me quisieras, nunca me pedirías eso. Si realmente te importara alguien no lo presionarías para hacer algo que no quieren hacer”
  • “Pero si todos los hacen” “Todos, excepto yo”.
  • “Vamos, todos todos lo están haciendo” “Entonces no te será tan difícil encontrar alguna otra para hacerlo”
  • “Pero si siempre lo hice con mis novias anteriores” “No con esta. A propósito, ahora soy ex-novia”
  • “Pero si siempre lo hice con mis novias anteriores” “Deben guardar muy lindos recuerdos… No quisiera participar de ellos”
  • “¿No te resulta atractivo?” “Te encuentro muy atractivo. Me gustás un montón. No quiero hundir nuestra buena relación… que es lo que haría meterla por caminos de sexo”
  • “No me digas que todavía sos virgen. ¿Sos frígida?” “No, soy inteligente”
  • “¿Acaso no me querés?” “¿Acaso no me respetás”
  • “Si te quedás embarazada, me caso con vos” “¿Para qué esperar? ¡Vamos a casarnos ahora!”
  • “Voy a parar cuando vos me digas” “¿Qué tal ahora?”
  • “Te amo” “Genial. Demostralo respetando mis valores”
  • “Pero, ¿que pasa? ¿estoy de novio con una monja?” “¿Las monjas son las únicas personas fieles?” “No, con una chica inteligente, que tiene la autoestima suficientemente alta para no compararse con las demás”
  • “¿Qué estás esperando?” “¡Nuestra luna de miel!”
  • “¿Sos una reprimida?” “No, soy libre de la presión de tener sexo antes del matrimonio”
  • “El sexo no es tan terrible” “Es algo importante para mí, para mi futuro marido y para Dios. Me he comprometido a guardar el sexo para el matrimonio”
  • “El sexo va a hacer nuestra relación más íntima” “No, se va a convertir en el centro y va a ahogar todo lo demás”
  • “El sexo nos va a acercar” “No, va a acercar nuestros cuerpos. Y va a separa el resto”
  • “Es nuestro aniversario. Es un día tan especial” “Va a ser todavía más especial si esperamos a nuestra noche de casamiento”
  • “Te quiero dar algo para que me recuerdes” “¿Algo como un hijo o una enfermedad?”
  • “No seas tan rígida” “No seas tan egoísta”
  • “De acuerdo, como vos quieras. Vamos solo a sacarnos un poco de ropa y a estar juntos. No necesitamos hacer nada más” “¿Es que parezco tan estúpida?”

¿Sexo...? ¿Y por qué no...? (IV)

Cinco ideas claras

En los primeros tres artículos hemos analizado extensamente los beneficios de mantener la pureza en el noviazgo y los problemas de enredarse con el sexo en el mismo.

Si es tan claro que perder la pureza tiene demasiadas consecuencias negativas, y hay tanta gente que no la vive, ¿quiere esto decir que son idiotas? No. La mayoría de las veces el problema no es de falta de inteligencia sino de ingenuidad. Cosas que pensaban que nunca iban a pasarles, comienzan a pasarles… y cada vez con más frecuencia… y cada vez más profundamente. Así, una vez empantanados en la sensualidad, llegan a pensar que es imposible vivir ideales tan altos, para terminar después justificando lo que antes les parecía espantoso.

Sucede que debido a la relación entre el cariño y la pasión, y a la debilidad de nuestra naturaleza, es relativamente fácil caer en estos temas. Si no sos prudente y te exponés a situaciones riesgosas, es fácil perder el control de vos mismo/a y de la situación. Entre una situación controlada y otra fuera de control hay muy pocos instantes, y en situaciones riesgosas el azar decide. Tu vida sexual no puede depender de la suerte. Por tanto, tendrías que cuidar bien el tesoro de tu pureza y no arriesgarlo inútilmente.

El estilo de noviazgo decide casi todo. Si dos novios se relacionan como lo ven hacer a los novios en la TV, la tienen bastante difícil. En una relación basada en manifestaciones de cariño son sólo corporales (abrazos, besos, caricias…) no hay manera de mantener la pureza. Por eso, una clave importante es el estilo que imponen a su relación: cómo se ven el uno al otro, cómo se tratan, qué hacen, etc. El tipo de trato que tienen es fundamental.
Ahora en este escrito sólo quería referirme a una virtud esencial: la prudencia. Si dos novios son prudentes, lo que no quieren que pase no pasará.

Un chico respetará a su novia, si desde el principio, está dispuesto a hacerlo, lo habla con ella, y se ayudan mutuamente.

Una chica conservará su pureza si, desde el principio, sabe lo que puede pasar y está decidida a que no pase. Cuando no entra en el juego del sentimentalismo y de las falsas obligaciones de demostrar amor dando sexo. Cuando está decidida a perder a su novio si es necesario. ¿Es esto demasiado? Sí, pero vale la pena porque si para conservarlo tiene que renunciar a su conciencia, ofender a Dios y entregar su dignidad, el precio que le están pidiendo es demasiado caro y no debería pagarlo. La razón es clara: una de las cosas más locas que una chica puede hacer es casarse con alguien que no la respeta. Ninguna chica debería estar dispuesta a pagar tan alto precio.

1) No te podés quejar.
Sólo pasará lo que vos permitas, porque si hay violencia, la cuestión no es de pureza sino que requiere intervención policial... Por tanto, vos sos la responsable de detener el desarrollo de situaciones peligrosas. ¿Cuántas chicas se reúnen con un chico con la intención de tener relaciones sexuales? La mayor parte de las veces que sucede, es algo que “pasa”. Ellas no saben exactamente cómo ni porqué... y quizá quisieran que hubiera pasado... No me podés negar que hay algo demasiado tonto en el asunto. Deberías evitar ser ingenua y desde el principio saber lo que puede pasar y tomar las medidas para que no pase. No hay nada más peligrosos que pensar que sos diferente de los demás y que a vos no te va a pasar.

2) El camino para evitar llorar es decir que “no” a tiempo.
Los hombres y las mujeres somos diferentes en nuestra sexualidad y quien puede y debe parar es la chica. Y esto debe ser hecho al principio. La línea que no debés cruzar es la que separa afecto de sensualidad. Cuando la pasión despierta, eso significa que has ido demasiado lejos y que es el momento de dar marcha atrás. La sexualidad tiene un dinamismo y si vos permitís que el “proceso” comience, arriesgás demasiado, ya que el proceso por sí mismo tiende a su fin natural: la relación sexual completa. Si no querés tener sexo, no deberías comenzar a tenerlo... ¿Qué sentido tiene dar tu cuerpo como un objeto, permitiendo besos apasionados, abrazos, caricias impuras...? Todas estas cosas son la preparación del acto matrimonial, y son precisamente sexuales, aunque no acabes el “proceso”. No es raro que una relación sexual sea consecuencia de una pasión incontrolada, y por tanto, si la querés evitar, tendrás que evitar lo que conduce a ella. Un buen chico puede necesitar que una buena chica lo pare cuando él no puede detenerse a sí mismo.

3) Evitando situaciones comprometedoras e incómodas, evitarás problemas.
La defensa de un amor puro exige que evites las ocasiones que hacer más fácil la excitación de la sensualidad. Ciertos ambientes encienden las primeras chispas de la sensualidad. En concreto, hay cinco cosas que evitarás si realmente querés a tu novio y querés conservar un amor puro. Son la soledad, la oscuridad, el auto, el alcohol y lugares saturados de sensualidad.

a) Si evitás estar sola con un chico, el 95% del problema está solucionado, porque en lugares públicos no pasa nada, porque -si tenés un mínimo de dignidad- hay cosas que no harás delante de otras personas. Por eso la presencia de otras personas es una buena protección. Ahi él no va a sugerir nada equivocado, sus manos permanecerán tranquilas, etc. ¿Qué sentido tiene visitar o recibir visitas cuando no otras personas en la casa… o los que están, están durmiendo? Una persona honrada no recibe visitas de personas del otro sexo cuando está solo en casa. ¿Qué sentido tiene ver una película solos -peor si es una película sensual- recostados en el mismo sillón…?

b) En la oscuridad la sensualidad es más activa por el romanticismo de la atmósfera. Es más fácil caer a medianoche que al mediodía… Aunque no lo creas la cantidad de luz influye…La vista es nuestro sentido más elevado, el más espiritual; dificultar su funcionamiento no lleva a nada bueno. Además, en la oscuridad otro sentido adquiere más sensibilidad: el tacto. Un ciego tiene una sensibilidad mayor en su tacto precisamente porque no puede ver. El tacto es nuestro sentido más burdo. No necesita luz para funcionar, y en la ausencia de luz está más "despierto". ¿Es necesario aclarar que la sexualidad funciona con el sentido del tacto?

c) Un auto es un medio de transporte, y no un lugar de reunión o sala de conversaciones entre un chico y una chica. Si estacionan para charlar o con cualquier otra excusa… no te engañes, algo malo va a pasar. Ahí tenés todo junto: oscuridad, soledad, poco espacio, imposibilidad de correrte para el costado…

d) Otro punto importante es mantener el alcohol dentro de la botella y por tanto fuera de los dos: como dicen los americanos: "if you want to think, don't drink".

e) Ciertos lugares -boliches, ciertos pubs…- despiertan la pasión sensual. Música demasiado alta que no sólo no permite hablar sino que afecta tu sensibilidad: no sólo los oídos, "sentís" la música en la piel y hace vibrar todo el cuerpo. Oscuridad con flashes de luz que encandilan. Muchos litros de alcohol y borrachos por todos lados. Gente dedicada a gozar el cuerpo de la acompañante. Ciertos bailes suponen tal contacto físico que tu cuerpo se convierte en un objeto que es gozado. En un ambiente así, una persona "normal", con un comportamiento "normal" parece un marciano recién llegado de Marte. Si mucha gente está haciendo lo que vos no querés hacer... deberías preguntarte “¿qué hace una chica como yo en un lugar como este?”

Además, te puede ayudar a discernir la conveniencia de la situación -soledad, oscuridad, auto o lugar sensual- el túnel del tiempo: viajar con tu imaginación veinticinco año al futuro y preguntarte: "¿me gustaría que una hija mía estuviese en un ambiente como éste?" Este pensamiento quizá cambie tu primera apreciación sobre la supuesta inocencia del sitio, porque te dará la objetividad de la que quizá carecías al principio.
Ponerse en una situación en la que podés resbalar y llegar al fondo del precipicio en algo de lo que te arrepentirás toda tu vida… es más que estúpido. Sin necesidad… ¿para qué exponerse…? Quien es prudente… es inteligente…

4) Evita ser demasiado ingenua y confiar demasiado.
Cuando estás segura de que nada te va a pasar, estás en problemas, porque ese exceso de confianza hará que te falte prudencia. Conociendo tu debilidad personal y la de la otra persona, la actitud razonable es la prudencia. Una buena chica puede ayudar mucho a un chico bueno, parándolo cuando él comienza a perder el control de sí mismo. Supuesta la buena intención, la prudencia es central.
No te digo que tenés que ser una desconfiada, pero confiar demasiado frecuentemente acaba mal... Hay un dicho popular que decía que “la confianza mata al hombre y embaraza a la mujer...” Te podría contar de chicas que han sido violadas por un amigo porque estaban solas en su cuarto... O de chicas que terminaron teniendo relaciones porque ingenuamente fueron a la casa de un amigo porque les había dicho que quería presentarles a sus padres... que por supuesto no estaban en la casa... Y otros miles de trampas.

5) Por favor, no aceptes extorsión...
La famosa frase “si me amás, demostrámelo” no es otra cosa sino extorsión. Tener sexo, renunciando a tus principios y dignidad, no es la forma de demostrar amor. El sexo es una ofrenda, no una obligación. La respuesta debería ser: “Si me amas, respetame”. ¿Tiene sentido pedir que alguien renuncie a su conciencia como prueba de amor, sólo para satisfacer la propia pasión? Si aceptaras lo que no deberías, sólo para conservarlo, el sexo sería una especie de “coima”: estás vendiendo tu cuerpo, pagando por su compañía y amistad con sexo… ¿no es esto prostitución? Si realmente lo querés, deberías ser exigente con él. Si estás de novia con alguien que te presiona para tener sexo, es claro que estás de novia con la persona equivocada.

Qué pena que tantas chicas hayan tenido sexo sin quererlo… sólo porque no supieron decir que no a tiempo.

Autor: Pablo Writes